abril 27, 2024
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abril 30, 2016 | 504 vistas

Paoletti Rodríguez

La señora Marcia no imaginó que su pequeño negocio de quesadillas tuviera el éxito que ha logrado actualmente después de 20 años, sobre todo con algo que se vio en la necesidad de iniciar para obtener recursos económicos tras enviudar.

La historia de “Las 3 Marías” comienza en 1996, cuando la señora Marcia Cano de Muñoz quedó viuda, por lo tanto se tuvo que convertir en la cabeza del hogar y buscar una forma de salir adelante, como le gustaba cocinar decidió iniciar un negocio en este giro.

Inicialmente junto a su esposo tenían un negocio de venta de llantas, pero cuando él falleció el negocio ya no daba las mismas ganancias y se vio en la necesidad de cerrarlo e iniciar en un pequeño estacionamiento a vender quesadillas.

“Cuando yo enviudé tenía que trabajar y pues pensando en que sabía hacer pues me encantaba la cocina, así que, cuando pensé en que trabajar fue lo que se me ocurrió”, explicó.

La idea de este negocio surgió porque conoció este platillo en México, ya que afirma cada que viajaba no podía regresar sin antes comer quesadillas, aunque en aquel lugar son fritas y ella fue modificando la receta de acuerdo a las preferencias de la gente.

Con tan solo una casita de madera y con la ayuda de una empresa refresquera que le pintó su negocio y prestó unas mesas y sillas, comenzó a vender quesadillas fritas, sin imaginar el éxito que tendrían este platillo en Victoria tras pasar el tiempo.

“Cada vez que iba a México no me podía venir sin comer estas quesadillas pero allá eran fritas y me encantaban las quesadillas y dije ya sé que voy a poner y eso hice, las puse en el estacionamiento con una casita de madera, una empresa de refrescos me apoyó y me la pintó y me prestó mesas eran cinco mesas nada más”, dijo.

No obstante nos cuenta que fue complicado al principio, porque la gente no estaba acostumbrada a comer algunos guisos que ella hacía como la flor de calabaza, los huitlacoches o champiñones, pero después de un año su local siempre estaba lleno.

“Al principio la gente no estaba acostumbrada a comer ese tipo de guisos, no comían huitlacoche, ni la flor de calabaza, ni champiñones y no era fácil que lo quisieran conocer y batallé un poco, veía otros lugares llenos y me daban ganas de decirles vengan a probar pero con el tiempo lo aceptaron”, agregó.

 

CINCO AÑOS DESPUÉS EL NEGOCIO PROSPERÓ

Después de cinco años el negocio creció al grado de que pudo adaptar un lugar más amplio donde tenían la capacidad de vender a más personas, aunque el trabajo también se incrementó considerablemente.

“Me vine a este local que modifiqué, adorné y adecué a las quesadillas, tengo 14 años con este  local, era chiquito el negocio, empecé con lo que tenía a la mano, yo guisaba en mi casa y aquí había una persona que me ayudaba y otro chavo que atendía las mesas”, señaló.

Actualmente cuenta ya con otro local en el 17 Morelos y Matamoros, por lo tanto de dos personas que la apoyaban ahora ya cuenta con alrededor de 15 empleados.

Con 45 años de edad tuvo la iniciativa de buscar la forma de salir adelante, logrando un gran éxito con su negocio por lo tanto expresa que cualquiera pueda hacerlo siempre y cuando luche por lo que desea y se esfuerce por conseguirlo.

Una de sus más grandes satisfacciones es escuchar buenos comentarios de la gente, porque les gusta el trato y el sabor de la comida, pero al principio fue complicado seguir adelante, incluso pensó en cerrar su local en una ocasión ante un fuerte estrés al que se enfrentaba.

“Me costó muchas lágrimas porque cuando me cambié a este local, se me triplicó el trabajo y un día estaba enseñando a una de las muchachas a lavar la freidora y por un accidente se me cayeron los 20 litros de aceite hirviendo en los pies y no me salió ni una ámpula”, nos cuenta.

Fue tanta su desesperación que pensó en cerrar su negocio, “Era tanto mi estrés que pensé en cerrar, un día llamé a mis hijas y les dije ya no puedo, pero al día siguiente se me pasó, porque amo mi trabajo, me gusta lo que hago y con mucha voluntad se puede seguir adelante.

Tanto impacto ha tenido que incluso han robado su idea, comenta que una persona que trabajaba con ella, posteriormente abrió su propio negocio, con la misma idea, vendiendo quesadillas con iguales guisos, y el mismo nombre, este se ubica en el Tres Anaya pero no es de su propiedad, “ella hizo un negocio muy similar, aunque los guisos no son iguales, yo solamente he enseñado a una persona como se hacen y trabaja conmigo”, dijo.

Tienen gran variedad de guisos que preparan por horas “Son 16 guisos, si tu comes carne encuentras deshebrada, picadillo, chicharrón, cochinita, molleja, puerco en salsa verde, si a ti no te gusta la carne y eres vegetariana, hay calabaza, huitlacoche, rajas, champiñones, nopales, en tiempo de chochas hay, requesón, huevo verde, si la quieres en harina, si la quieres frita, si la quieres natural y tienes la ventaja de que te comes la tortilla del comal al plato todo se hace aquí, la de maíz y de harina y si quieres con queso o sin queso, es como el cliente lo pida”, detalló.

Ella misma enseña a sus empleadas a hacer tortillas tal y como le gusta. “Aunque me digan que saben hacer tortillas las pongo, hago la prueba como me deben gustar a mí, que debe ser y esto ya no sirve por esto, porque hacer tortillas mucha gente puede, pero como a mí me gusta no, y es importante porque así le gusta a la gente, primero que me guste a mí como se presente porque estoy segura que le va a gustar a la gente, cuido eso para que identifiquen ese sabor”, detalló.

 

CÓMO SE ORIGINÓ EL NOMBRE DE “LAS 3 MARÍAS”

Indicó que al principio no había pensado en un nombre pero cuando pintaron la casita de madera debía pensar uno rápidamente y como tenía dos trabajadores que se llamaba María y eran tres mujeres en total, de la nada pensó en “Las Tres Marías.

Sin embargo tendrá que cambiarle el nombre, ahora se llamarán “las tres niñas” esto debido a que no pudo registrarlo como tal, pero afirma que será un cambio no muy significativo.

“Tengo que cambiarle el nombre y ya lo registré y se va a llamar las tres niñas pero vez el logotipo y es lo mismo, ni se da cuenta que es diferente porque al verlo es prácticamente igual, lo modifique porque al registrar mi marca no podía ponerle marías, así que le busque algo que no modificara el logotipo mucho”, expresó.

Además pretende crecer más como empresaria, pues ahora venderá franquicias de su negocio, es algo que pretende realizar a mediano plazo porque ya se lo habían solicitado anteriormente.

“Estoy tratando de vender franquicias, estoy en eso, quiero hacerlo, queremos crecer, estoy en tratos con una persona que se encarga de estos programas de las franquicias y vamos a echarle ganas, siempre me lo decían, me lo pedía mucha gente de fuera, pero yo estaba muy cerrada pero ahora sí quiero”, reveló.

Asimismo, expresa que le va bien porque ama lo que hace, “Adoro mi negocio porque estoy en lo que me gusta y sabes que cuando estas contenta con lo que haces te va bien, claro que hay problemas que se presentan pero todo se soluciona, y echándole ganas para seguir adelante y crecer porque ahorita en mis planes está eso”.

El segundo que abrimos tiene a lo mucho unos cinco años, es lo mismo de aquí se llevan los guisos para allá solo que es más chiquito.

 

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