Rebeca Maldonado.-
Al principio de esta era tecnológica nos parecía algo sorprendente y motivo de orgullo, decir que nuestros hijos, sobrinos o hermanos pequeños supieran utilizar los dispositivos como celulares, iPads y hasta una computadora mejor que nosotros.
Pero, de un tiempo para acá este hecho resulta algo ‘chocante’ dado que los menores de hasta cuatro años han reemplazado los juegos en el parque, la tierra y la interacción entre iguales, por cualquiera de los aparatos mencionados anteriormente, lo que interfiere en muchos casos con el desarrollo de algunas habilidades psicosociales y cognitivas necesarias para su desenvolvimiento.
Recientemente, la revista Psychological Science publicó un artículo que muestra cómo la música y el arte contribuyen de manera positiva en el fortalecimiento de sus destrezas intelectuales.
Esto, gracias a un estudio que realizó la Universidad de Toronto en el que se mantuvo en observación a cuatro grupos de niños de seis años durante todo un año. El primer grupo estudió piano, otro canto, el siguiente, arte dramático y el último no recibió clases de ningún tipo, sólo asistían a la escuela normalmente.
Con el tiempo, a todos los menores se les practicaron pruebas de inteligencia antes y después, y se encontró que en los dos grupos que recibieron las lecciones de música hubo un aumento en algunas medidas de inteligencia mayor que en la de los grupos restantes.
Cabe destacar que, el grupo que recibió lecciones de arte dramático también aumentó sus números, pero esto en las áreas de conducta y adaptación social. Mientras que el grupo que sólo asistía a sus clases escolares tuvo un aumento mínimo en las pruebas.
Así mismo, una investigación en la Universidad de Boston, que se publicó en la revista Pediatrics sostiene que el uso frecuente de dispositivos por parte de menores entre uno y tres años puede afectar no sólo su cerebro, sino también sus capacidades de desarrollo social y emocional.
Además está científicamente comprobado que el Smartphone y las tabletas generan estímulos tan rápidos e intensos que el cerebro de los niños no tiene capacidad para manejarlos.
El pediatra del Centro de Salud de la Felguera en Asturias, Maximino Fernández Pérez declaró que “La tecnología nunca va a mejorar la capacidad de inteligencia de base. Puede ser un complemento y fomentar algunas cualidades, pero nunca va a mejorar el patrón de fondo”.
Ahora sí, démosle la oportunidad a nuestros niños de ampliar su lado artístico y cognitivo, con un instrumento. Cambiemos ipads por instrumentos musicales para los pequeñitos del hogar.
Con información de elpais.com
