abril 20, 2024
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marzo 16, 2017 | 115 vistas

LIMA (AP) — Evangelina Chamorro, criadora de cerdos de 32 años, había dejado a sus dos hijas en la escuela y se encontraba junto a su marido alimentando sus porcinos cuando una potente avalancha formada tras intensas lluvias en Lima la arrastró junto a vacas, cerdos y un contenedor de acero.

A cientos de metros de distancia, las personas que miraban el desastre y no sabían de su existencia, la vieron emerger solitaria de entre una masa de palos y barro que se formó cuando el contenedor se atascó en la entrada de un puente. Gracias a éste, se contuvo la avalancha y Evangelina salió para luego desplomarse de cansancio a pocos metros de las orillas del alud.

Su caso fue el más llamativo tras las inusuales lluvias que cayeron en la víspera debido al fenómeno climático El Niño, que provocó aludes de barro y desbordes en ríos de la capital peruana, así como en otros de la costa del Pacífico. En lo que va de 2017, las cifras arrojan 62 muertos, 11 desaparecidos, más de 500 mil afectados y cinco por ciento de carreteras nacionales paralizadas.

Armando Rivera, esposo de Evangelina, dijo el jueves a la radio RPP que cuando llegó la avalancha subieron a un árbol cuyo tronco se rompió, cayeron al alud y estuvieron agarrados de las manos, pero que luego su esposa se le escapó y desapareció junto a sus siete cerdos. El barro se mezcló en los largos cabellos de Evangelina y se hizo tan pesado que no le permitía levantar el rostro, por lo que los médicos tuvieron que cortar su cabellera. Tras una revisión sanitaria, salió durante la mañana a reencontrarse con sus hijas.

Los desbordes en los cinco ríos capitalinos mostraron a los diez millones de habitantes de Lima, donde casi nunca llueve, los efectos del fenómeno climático que hasta el momento sólo conocían por noticias pero que se sufren en las últimas semanas con mayor intensidad en las zonas costeras de las regiones norteñas de Tumbes, Piura, Lambayeque, La Libertad y Ancash.

El exceso de lluvias incluso provocó que los siete presos más peligrosos del país fueran trasladados temporalmente hasta otra prisión como medida de prevención ante un posible desborde del río Rímac, en cuyas riberas se encuentra la cárcel militar donde cumplen sus condenas, dijo a la AP el presidente de la agencia penitenciaria INPE, Carlos Vásquez.

Vásquez explicó que entre los trasladados se encuentran el líder histórico de Sendero Luminoso Abimael Guzmán; el exasesor presidencial Vladimiro Montesinos; el líder del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, Víctor Polay y el narcotraficante peruano Gerson Gálvez, conocido como «Caracol».

«Nadie esperaba esto», dijo el jueves el presidente Pedro Pablo Kuczynski mientras caminaba cerca de un río limeño llamado Huaycoloro, a nueve kilómetros del Palacio presidencial, que en su desborde arrastró dos camionetas e hizo temblar un puente. Su gobierno suspendió las clases en toda la capital para evitar que los alumnos se expongan a peligros.

El gobierno de Colombia expresó sus condolencias a Perú por «las pérdidas humanas» y se mostró dispuesto a «cualquier solicitud de colaboración».

En la zona costera del norte, las lluvias causaron destrozos en campos de cultivo, casas, vías y puentes, pero desde esta semana también se han sentido en otras regiones costeras del centro y sur, incluida Lima. El sindicato de transportistas de carga calcula que pierden diez millones de dólares diarios, lo que podría aumentar los precios de alimentos, según expertos.

Los expertos climatológicos anunciaron que las lluvias continuarían al menos por otras dos semanas y podrían intensificar los daños. Las precipitaciones han afectado unas 14 mil viviendas en más de 700 distritos de todo el país. El comité multisectorial encargado del estudio de El Niño explicó a inicios de marzo que las lluvias en la costa norte del Pacífico se producen por efecto de las altas temperaturas marinas y condiciones atmosféricas favorables.

Las precipitaciones ponen en peligro los sectores agrícola, turístico y pesquero.

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