Rogelio Rodríguez Mendoza.-
La Iglesia y el Estado tienen enfrente un gran reto que consiste en crear las condiciones necesarias para atender el flujo extraordinario de migrantes repatriados, que se espera ocurra por el endurecimiento de la política migratoria por parte del Gobierno de Estados Unidos, advirtió el obispo de la Diócesis de Matamoros, Eugenio Andrés Lira Rugarcía.
De inició, explicó, ya se hacen esfuerzos por ampliar la capacidad de prestación de los servicios que ofrecen las Casas de Migrantes, pero para ello se requiere de recursos presupuestales.
“Y ahí el reto no solo es para la Iglesia sino también para el Estado y la sociedad, porque deberán tratar de crear las condiciones necesarias para que no nos sorprenda un flujo que sea extraordinario de migrantes y repatriados”.
Apuntó que, por ahora, no se tiene considerado el crear nuevas casas del migrante, porque para ello primero se requiere contar con un gran apoyo económico por el alto costo que significa el sostenimiento de las mismas.
“Ha sido gracias a la generosidad de los feligreses, sus aportes, que se han sostenido las casas del migrante. Han hecho que nazcan y se mantengan”, dijo.
Ante los incrementos en las deportaciones por la frontera de Tamaulipas comentó: “No sabemos qué va a suceder, estamos a la expectativa, habrá que prepararnos tratando de ampliar los servicios en la medida de las posibilidades”.
Dijo que en las casas del migrante se trata de brindar una atención integral a los migrantes, que incluye alimentación, hospedaje, asesoría jurídica, e incluso atención médica y sicológica así como espiritual, pero se requiere de más recursos, pues cada vez llegan más personas en busca de ayuda.
Sobre el otorgamiento de la medalla “Luis García de Arellano, por parte del Congreso del Estado al sacerdote Óscar Lozano Molina, comentó: “este reconocimiento a la labor de un hombre que ha estado trabajando tantos años con otras personas al servicio de migrantes sea cual sea su condición de documentos”.
