marzo 28, 2024
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abril 15, 2017 | 201 vistas

Rebeca Maldonado.-

Ruth Scully, es la madre de un guerrero, su hijo, el pequeño Nolan de cuatro años que perdió la batalla contra el cáncer hace dos meses. Pero fue hasta hace poco que esta mujer se sintió con la fuerza de compartir su historia en redes sociales, acompañada de una foto con la que tocó el corazón del público.

Nolan, padecía rabdomiosarcoma, un cáncer muy raro que afecta los tejidos blandos. Scully, como homenaje a su hijo decidió hablar sobre lo terrible que vivieron juntos en esa batalla, pero también mostró cuánto había aprendido de su pequeño de apenas 4 años.

La joven madre, editó un collage de dos fotografías, en una aparece el pequeño Nolan recostado en un tapete afuera de la puerta de un baño y en la otra el mismo escenario, pero sin el niño. Scully, relata que durante el tratamiento y lo que duró su enfermedad, el niño no quería despegarse de ella, ni siquiera cuando se duchaba, por eso es que siempre que Scully tomaba un baño, Nolan la esperaba acostado en el tapete, para no estar ni un momento lejos de ella.

La fotografía e historia de esta familia, conmovió a miles de usuarios en las redes sociales quienes mandaron algunos mensajes de apoyo a Scully y 140 mil personas compartían las historias de niños guerreros que dejaron huella mientras peleaban contra el cáncer o de algunos que siguen en el camino, mostrando lo fuertes que son aún a su corta edad.

«Ahora yo soy quien tiene miedo a la ducha», escribió Scully en su post. «Con nada más que una alfombra vacía donde una vez un hermoso y perfecto niño pequeño esperando tumbado a su mamá».

Desde la publicación de la foto el 4 de abril, la historia de Nolan se ha compartido más de 620 mil veces.

Scully comenta que en sus últimas horas juntos, ella fue a tomar una ducha. Cuando regresó, vio a los médicos rodeando la cama de Nolan, que había caído en coma mientras ella no estaba con él. Ella se acercó al pequeño y entonces sucedió algo maravilloso.

Aunque Nolan había sufrido un colapso pulmonar, respiró, abrió los ojos y le dijo: “Te amo, mamá”.

Tan sólo unas horas después Scully despidió a su guerrero, mientras le cantaba ‘You are my sunshine’, y así fue como su niño dejó este mundo, pero nunca su corazón.

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