abril 26, 2024
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abril 26, 2017 | 74 vistas

BUENOS AIRES, Argentina, abril 25 (AP)

Un argentino de 39 años que nació en un centro clandestino de detención y es hijo de una pareja de guerrilleros desaparecidos durante la última dictadura militar es el nieto 122 recuperado por la organización Abuelas de Plaza de Mayo.

El hombre, cuya identidad fue restituida, nació en julio de 1977 en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), uno de los principales centros ilegales de detención en la dictadura  de 1976 a 1983 y es hijo de Iris García Soler y Enrique Bustamante, miembros de la organización armada Montoneros y secuestrados en enero de ese mismo año, anunció el martes la organización humanitaria.

“Esta nueva restitución es la demostración de que la verdad y la justicia siempre vencen al olvido y al silencio”, dijo Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, que está dedicada a la búsqueda e identificación de cientos de hijos de desaparecidos que fueron sustraídos a sus padres secuestrados y desaparecidos.

El hombre vive en la provincia de Córdoba, en el centro geográfico de Argentina.

El hombre ha sido informado recientemente por la justicia de su verdadera identidad pero todavía no se ha puesto en contacto con su familia biológica. “Pide reserva y dice que la familia le tenga paciencia”, dijo De Carlotto.

El Banco Nacional de Datos Genéticos, una institución clave en la identificación de decenas hombres y mujeres que siendo bebés fueron robados, informó el 18 de abril a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad que el hombre se trata del hijo de Bustamante y García Soler.

La mujer estaba embarazada de pocos meses cuando la policía la secuestró junto a su pareja en Buenos Aires. Ambos fueron vistos por sobrevivientes en el centro ilegal de detención “Club Atlético” de esta capital. García Soler fue trasladada posteriormente a la ESMA, una de las maternidades clandestinas que funcionó en la dictadura, para dar a luz. Allí le fue sustraído su bebé.

La pareja de Montoneros engrosa la lista de unas 30 mil personas que, según los organismos de derechos humanitarios, desaparecieron a causa de la represión militar.

De Carlotto dijo que la historia del nieto 122 “es una novela con final feliz, de encuentros y desencuentros”.

La dirigente humanitaria señaló que “llevó muchos años dar con los familiares, que desconocían la existencia de un nieto robado”.

“A la sociedad le pedimos que nos siga ayudando a encontrarlos… Rompamos el silencio, no dejemos con la duda a hombres y mujeres que no saben quiénes son”, exhortó De Carlotto, quien en 2014 halló a su propio nieto, Ignacio Montoya, después de 36 años de búsqueda.

La filial de Abuelas en la provincia de Córdoba se puso en contacto con el nieto 122 a partir de denuncias que señalaban que podía ser hijo de desaparecidos. Él accedió a hacerse un análisis genético y su ADN fue contrastado con el de familiares de su padre.

Al respecto, Blanca Bustamante, prima del desaparecido Enrique Bustamante y quien acompañaba a la dirigente humanitaria en la conferencia de prensa, se dirigió a su sobrino: “Tenés un montón de tíos que te esperan”.

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