abril 24, 2024
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junio 11, 2017 | 156 vistas

Rogelio Rodríguez Mendoza.-

Cd. Victoria, Tam.- La violencia familiar en Tamaulipas muestra un preocupante incremento durante los últimos meses.

Un informe estadístico difundido por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) en su sitio de Internet, muestra que la incidencia de enero a abril ha marcado un aumento.

En enero, las agencias del Ministerio Público recibieron 532 denuncias; en febrero 571; en marzo 679 y en abril 621. En total, durante el cuatrimestre suman dos mil 403 casos.

De un catálogo de once ilícitos medidos estadísticamente por la instancia persecutora de los delitos, la violencia familiar se coloca a la cabeza. Le siguen el daño en propiedad con mil 420 casos; las lesiones con mil 382 y el robo de vehículos con mil 284.

La PGJE no aporta información de las probables causas que originan la mayor incidencia de violencia familiar.

Al respecto, agentes del Ministerio Público consultados coinciden, primero, en que el hecho no es nuevo.

“Cada año hay temporadas con más incidencia y otras donde hay disminución”, indicaron.

Sin embargo, también coinciden en que la principal razón por la que no se ha podido reducir la violencia familiar es que solamente una mínima parte de los casos son sancionados penalmente, porque las víctimas perdonan a sus agresores durante el desarrollo del proceso penal.

“Hay una escena recurrente en la violencia familiar: la víctima, que casi siempre es la esposa, llega ante la Policía o el Ministerio Público para denunciar cuando acaba de ser golpeada. Por lo general llega lastimada física y emocionalmente, por lo que se muestra dispuesta a llevar el proceso hasta sus últimas consecuencias”, explica uno de los funcionarios.

No obstante, conforme transcurren los días y avanza el proceso, la mujer termina convencida por su agresor de que retire los cargos.

“En muchos de los casos la víctima se desiste, no porque quiera hacerlo, sino porque tanto ella como sus hijos dependen económicamente de su agresor. Esa situación la lleva a razonar que si envía a su pareja a prisión se quedará sin sustento económico y prefiere perdonar”, añadió.

La consecuencia es que al poco tiempo la agresión se repite en una especie de circulo vicioso.

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