abril 18, 2024
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junio 17, 2017 | 136 vistas

Rebeca Maldonado.-

La razón por la que la mami de esta historia luce más sorprendida que algunas otras es bastante peculiar. Y es que, después de 50 años, en su familia al fin había nacido un varón y su madre apenas se estaba enterando pues durante todo el embarazo jamás creyó que ella terminaría con esta característica de su familia.

Dara Crouch de 29 años, originaria de Georgia, no quiso enterarse del sexo de su segundo bebé pues para ella estaba claro que sería una niña, y es que después de tantos años en una familia con un impresionante matriarcado no esperaba que ella cambiaría el árbol genealógico.

Concentrándose en cuidar el embarazo y otros detalles para la llegada de su hijo, Dara contrató a la fotógrafa Neely Ker-Fox que estaría allí retratando cada momento de miedo, dolor e inmensa felicidad que embargaría a la familia aquel día.

Finalmente, en la sala de parto, Dara no pudo evitar su impresión al ver a un pequeño varoncito sano llegar a su vida y fue el momento en que la fotografía se tomó.

“Inmediatamente supe que era un momento excepcional el que estaba capturando. En realidad, en las prisas propias de un parto, y ante la euforia nadie había sido consciente de qué había sucedido en esa sala de parto. Dara solo se dio cuenta verdaderamente de su sorpresa cuando yo le mostré cómo había quedado retratada su cara en ese momento”, relata Ker-Fox.

Pero Dara Crouch y su marido estuvieron de acuerdo en mostrar aquella fotografía y estuvieron dispuestos a contarle a los medios la razón de semejante emoción.

“Dara es justamente una enfermera que ayuda en partos y esa sala de hospital estaba llena de amigas y colegas de ella, por eso cuando la enfermera que tuvo al bebé entre sus brazos gritó ‘¡es un niño!’ nadie en el cuarto pudo contener la sorpresa, fue un grito colectivo”, narra la fotógrafa.

En la actualidad, muchas madres están invitando fotógrafos a los alumbramientos, porque son momentos tan especiales y únicos que merecen ser transmitidos por la sensibilidad del lente de un artista, aun cuando no se tienen las mejores galas, que mejor escenario que la autenticidad del comienzo de una nueva vida y el radical cambio de las vidas que se encuentran juntas en esa habitación.

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