abril 18, 2024
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junio 18, 2017 | 115 vistas

Shalma Castillo.-

Cd. Victoria, Tam.- Como cada año, el tercer domingo de junio es un día especial y de celebración en honor a la paternidad, por lo que muchos padres de familia son festejados por sus hijos en algunos países del mundo.

En la actualidad, la figura paterna juega el mismo rol que una madre de familia, ya que los padres de ahora también se involucran en tareas y acciones que antes solamente realizaba la mujer.

Conforme ha pasado el tiempo las costumbres y tradiciones se han ido transformando, y el “machismo” lo han ido dejando a un lado.

Los papás de hoy en día suelen hacer actividades con sus hijos, tanto en la casa, escuela o en la calle.

De acuerdo a una encuesta realizada a papás “jóvenes”, cinco de cada diez acostumbran cocinarles a sus hijos por lo menos una o dos veces a la semana, algo que antes solamente debía hacer la mujer.

Los papás “modernos”, además de cocinar, también peinan a sus “princesas”, salen a jugar con sus hijos, los llevan a la escuela y hasta les ayudan a hacer la tarea.

Según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y del Consejo Nacional de Población (Conapo), en México 796 mil hogares son encabezados por un hombre, de ellos 259 mil son separados o divorciados, 42 mil sufrieron abandono y 495 mil son viudos.

En Tamaulipas el 72 por ciento de los hogares, lo que representa 707 mil 484 tienen jefatura masculina, es decir, son dirigidos por un hombre.

En épocas anteriores, el jefe de la casa únicamente se dedicaba a trabajar y sacar para el sustento de la familia, y la mamá era quien debía dedicarse al hogar y los hijos, como el vestirlos, alimentarlos, mandarlos a la escuela y ayudarles con sus actividades extraescolares.

 

‘LO MÁS BONITO DEL MUNDO’

“Yo fui una persona criada totalmente diferente a como yo he criado a mis hijos, yo crecí con mano dura, pero ahora que soy padre me he dado cuenta que el diálogo, la compresión y el cariño sirve mucho para ellos”, enfatizó Jesús Rodríguez Matus, padre de dos pequeños, Jesús y Jimena.

Matus platica la rutina que vive en un día normal con sus hijos; “me levanto muy temprano y me voy al gimnasio a hacer ejercicio, mis pequeños todavía están dormidos, cuando se van a la escuela ellos y mi esposa pasan todos los días al gimnasio a despedirse, y procuro tenerles un detallito, también me gusta decirles cuánto los amo”, expresó.

Cuando llegan de la escuela acostumbran a comer juntos y también ayudarles a hacer su tarea, después de que Jesús y Jimena descansan un rato, a veces me acompañan en mi trabajo de veterinario y posteriormente van a clases de tae kwon do y en la noche cenan juntos.

“Yo también entreno clases de defensa personal, hay que recordar que nosotros somos el ejemplo de ellos, si ven a un papá que le gusta el deporte y trabajar, es lo que van hacer en un futuro”, comentó.

Precisó que quienes crían a las futuras generaciones son el ejemplo que de lo que ellos quieran ser cuando sean grandes; “un papá le dijo a su hijo, ‘cuidado cuando camines’, y el hijo le respondió, ‘no papá, cuidado tú, porque yo voy siguiendo tus pasos’”.

Dijo que siempre trata de ser el mejor papá, pero, como todos, no tiene un manual pero intenta lo mejor posible, “lo más bonito que te puede pasar en el mundo es ser papá”.

 

EL ORIGEN DE ESTA CELEBRACIÓN

El origen de esta tradición surgió desde 1910, gracias a la gratitud de una hija, Sonora Samart Dodd, quien ideó homenajear a su padre por ser veterano de la guerra civil, el cual había enviudado joven y quedó a cargo de sus cinco hijos.

A partir de esa época, la tradición del Día del Padre comenzó a divulgarse en muchas ciudades, mismas que llegó a oídos del presidente de Estados Unidos, Calvin Coolidge, en 1924 para que nombrara un día nacional y celebrar a los padres.

Pero fue en 1966 cuando el presidente Lyndon Johnson firmó un documento que declaraba al tercer domingo de junio como Día del Padre en ese país, y a partir de entonces varias naciones latinoamericanas acogieron con gusto la idea que continúa vigente.

Otro caso de un padre amoroso que le gusta pasar el tiempo con su hijo es el de Marcilio Cavazos; “disfruto pasar mucho el tiempo con mi hijo, los fines de semana él siempre me despierta, jugamos, desayunamos, salimos a pasear y no la pasamos juntos”.

Dijo que él desea ser el mejor papá para Marcelo, por lo que siempre trata de ser el mejor ejemplo a seguir, y que Marcelo sea muy feliz, que aprenda las cosas buenas para que sea una persona de bien.

Platicó que también le gusta involucrarse en el papel que muchas veces acostumbra hacer la mamá, como es el cambiarle el pañal, la ropa y peinarlo.

Además de la educación de la casa, los papás de ahora también se involucran en la escuela, participan en actividades escolares, los festivales, juntas, así como dejar y recoger al hijo, “también preguntamos cómo se portó, cómo le fue o qué tiene que hacer de tarea”, dijo J. Alberto Zúñiga.

“Mi hijo, es mi adoración, trato de compartir el mayor tiempo posible con él, nos gusta jugar futbol, me acompaña a mis partidos, salimos a pasear y en la casa convivimos juntos”, expresó.

Muchos papás, jóvenes o ya adultos, tratan de darle a sus hijos lo que ellos no recibieron del suyo o educarlos diferente.

Porque los papás de antes eran muy “estrictos”, y decían que la mamá era quien debía cuidar de los hijos, más si se trataba de las mujercitas, ya que los varones tenían que trabajar.

“Mi papá fue muy duro, a mis hermanas las dejaba en la casa con mi mamá para que aprendieran a hacer los quehaceres, cocinar, lavar, entre otras cosas, a mis hermanos y a mí nos llevaba con él a trabajar, le ayudábamos en las parcelas, cuando era temporada de cosecha o de sembrar, y nosotros no terminamos la escuela por dedicarnos al trabajo”, platicó Don Jerónimo.

“Creo que de hace dos generaciones para acá han cambiado las cosas, o al menos en mi persona, yo no quise criar a mis hijos como lo hicieron conmigo, papá fue muy difícil, poco amoroso y así fue mi abuelo con él, pero aún así somos personas de bien”, refirió.

Sin embargo, Jerónimo dijo que él quiso ser diferente a su padre en cuestión del trato y educación con sus hijos, “con trabajo les di estudios a todos, hombres y mujeres, no era tanto de llevarlos yo a la escuela ni ayudarles con tareas porque no les entendía, pero cuando podía sí pasaba un rato con ellos”.

Juan Salazar también es un papá joven, “a mi hija me gusta darle todo lo que necesita, cuando puedo pasar tiempo con ella y tratar de consentirla”.

Por lo que podemos darnos cuenta, el ser padre hoy en día no solamente quiere decir que es el hombre quien va a trabajar y aportar económicamente al hogar, sino que en muchos casos el papel es equitativo al de una mamá.

Ahora podemos ver a muchos padres solteros, quienes hacen trabajo completo de papá y mamá que les toca aconsejar a las hijas, peinarlas, vestirlas y tratar de comprenderlas.

“En un principio no fue fácil, no tenía idea de cómo ser papá, menos mamá, pero creo que ellos te enseñan y por el amor que les tienes tratas de dar lo mejor de ti”, expresó Martín.

 

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