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junio 24, 2017 | 181 vistas

BOISE, Idaho, E. U., junio 23 (AP)

No es muy común que una estructura de más de 30 metros de altura y un peso de casi 363 toneladas sea mudada de lugar, en especial si es un ser vivo. Este es el reto que tienen a partir de este viernes unos trabajadores en Idaho, que deberán mudar una secuoya enorme.

El naturalista John Muir envió las semillas a Boise para ser plantadas en el patio de la casa de un doctor hace más de un siglo y ahora el enorme árbol está obstruyendo de la expansión de un hospital. La idea es moverlo a dos calles de distancia, en terrenos de la ciudad.

“Todos tenemos los dedos cruzados para que este árbol llegue a su nueva ubicación”, dijo Mary Grandjean, nieta de un guardabosque de Idaho que recibió las semillas de secuoya de parte de Muir en 1912.

El Sistema de Salud St. Luke destinará 300 mil dólares para cambiar de sitio al árbol más alto del estado, en lugar de talarlo y arriesgarse a recibir críticas negativas.

“Entendemos la importancia de este árbol para esta comunidad”, dijo Anita Kissée, vocera del hospital. Talarlo “nunca fue una opción”.

Incluso la empresa contratada para mover el árbol de 30 metros (98 pies) se siente presionada. “Queremos tener extremo cuidado para asegurar que todo salga bien”, dijo David Cox, supervisor de Environmental Design. El viaje a dos calles durará unas 12 horas.

Cox dijo que es el árbol más grande que mueven hasta ahora y también el más ancho en circunferencia, con más de seis metros (20 pies) casi en la base. Pese al desafío, él considera que las probabilidades de que el árbol sobreviva son de 95 por ciento.

El plan es levantar la secuoya con tubos inflables. La secuoya comenzará a moverse a medianoche el sábado y la idea es llegar el domingo al mediodía. Se estima que el peso total, incluso raíces y tierra, sea de alrededor de 363 toneladas (800 mil libras).

Cox explicó que las secuoyas atraen humedad de la atmósfera donde habitan en California, llegan a vivir miles de años y medir cientos de metros de altura, por lo que este de Boise, con sus más de cien años, es “todavía un árbol joven”, dijo Cox.

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