mayo 8, 2024
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junio 28, 2017 | 141 vistas

Rebeca Maldonado.-

Bill Conner, viajó cuatro mil kilómetros en bicicleta, la motivación que llevó a este hombre a pedalear esa distancia era crear conciencia acerca de la donación de órganos. Otra razón por la que el ciclista tomó esta decisión fue encontrarse con un joven que recibió el corazón de su hija fallecida, para poder escucharlo latir una vez más.

Abbey Conner, falleció hace unos meses durante unas vacaciones en Cancún, México; ella y su hermano fueron encontrados inconscientes dentro de una alberca, sólo él sobrevivió.

La muerte de la joven dejó un gran vacío en la familia, pero, aún con el dolor, pudieron sentirse orgullosos hasta el último momento de Abbey, ya que siendo donante de órganos, su corazón le salvó la vida a Loumonth Jack, un chico que había sufrido de un paro cardíaco.

“Saber que está vivo gracias a Abbey. Abbey está viva dentro de él. Es su corazón el que lo sostiene. Estoy muy feliz por él y por su familia y al mismo tiempo pude reunirme con mi hija” dijo Bill.

El hecho de que la chica tomara la decisión de donar sus órganos, motivó al ciclista a realizar un recorrido de cuatro mil kilómetro desde Wisconsin hasta el centro médico donde fue atendida su hija, pero en el camino recibió la llamada de Loumonth, que quería saludarle y darle un regalo.

https://www.youtube.com/watch?v=6xMd8Ie3vN4

El momento del encuentro fue muy conmovedor pues, el joven le regaló a Bill un estetoscopio con el que pudo escuchar el latir del corazón de su hija dentro de él. Bill no pudo contener el llanto y la emoción al saber que una parte de Abbey sigue viva gracias a la noble acción de donar sus órganos.

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