abril 26, 2024
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junio 29, 2017 | 98 vistas

CIUDAD DE MÉXICO, junio 28 (Agencias)

Para los integrantes de la Banda MS de Sergio Lizárraga los recuerdos se avivan. Regresan al Auditorio Nacional, ubicado en la misma zona en la que justo hace un año una bala perdida hirió a Alan Manuel Ramírez al salir del concierto que habían ofrecido en ese recinto.

Alan vivió para contarla y se reincorporó a las actividades del grupo después del susto. Ahora el escenario se repite, ofrecerán tres shows.

“El año pasado fueron los momentos más críticos y dramáticos para banda MS por lo sucedido a nuestro compañero Alan, pero él está tranquilo, contento y desesperado porque llegue lo del Auditorio Nacional porque para él es una fecha especial”, dice en entrevista Oswaldo Silvas, uno de los vocalistas de la agrupación.

El incidente, afirma, hizo una diferencia en sus vidas.

“Fue un suceso que nos marcó porque hizo que valoráramos todo lo que pasa en nuestra vida personal y como banda; a fin de cuentas tuvimos que sacar provecho y lo positivo de la situación, cada día valoramos y disfrutamos más nuestra carrera”.

De acuerdo con Oswaldo, Alan está recuperado y tranquilo, y dispuesto a dejar toda su energía en estos tres conciertos en la Ciudad de México.

“Cuando sabes que fue una bala perdida, se te quita un peso de encima, porque no sabías si alguien más quería atentar contra la banda, no sabíamos si era algo personal contra él. Somos una banda que hemos crecido sanamente en todos los sentidos y eso te hace seguir actuando igual porque no tienes que cuidarte de nadie”.

Este jueves la Banda MS dará el primero de tres conciertos consecutivos en el Auditorio Nacional, algo que asegura Silvas, no se esperaban pero que los tiene muy contentos.

“Este año se renovó el show, al igual que el repertorio y nos apoyamos un poco más en la tecnología. Intentaremos dar lo mejor para que la gente quede contenta”.

Aun cuando cada baile que hacen o presentación en rodeos o palenques convocan a miles de personas, Oswaldo confiesa que pisar un lugar como el coloso de Reforma les impone, pero no les queda más que relajarse y confiar en el cariño de gente que los ayuda y motiva para seguir adelante.

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