marzo 28, 2024
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julio 20, 2017 | 120 vistas

El 1 de Julio del 2015  en las afueras de Parque Nacional de Hwange en Zimbabue, el león Cecil fue asesinado por Walter Palmer. Su muerte llevó a una indignación global convirtiéndolo en uno de los símbolos del país africano y de la defensa de los animales. Dos años después uno de sus hijos sufrió el mismo destino.

Xanda, el hijo de Cecil, era una de las esperanzas por preservar el legado de su padre; sin embargo, fue asesinado. El felino fue identificado por las autoridades gracias a un chip electrónico que tenía implantado por investigadores de la Universidad de Oxford.

La BBC en África informó que Xanda tenía 6 años de edad, suficiente para ser atacado legalmente por cazadores. Estos individuos pagan miles de libras por la persecución mortal de animales. Todavía no se sabe cuanto habrá pagado Richard Cooke por dispararle a Xanada.

Andrew Loveridge, en declaraciones para el medio británico, informó  que Xanda era monitoreado diariamente.

“Sabíamos que Xanda y su manada estaban pasando mucho tiempo fuera del parque en los últimos seis meses, pero no podíamos hacer mucho al respecto”

Cuando Palmer mató a su papá pagó cerca de 40 mil libras y por este precio se llevó al animal a su casa para poder “lucirlo” como lo deseara. Esto sin duda provocó protestas internacionales ya que Cecil era un león con 13 años de edad.

Con información de http://noticieros.televisa.com/

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