marzo 28, 2024
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julio 24, 2017 | 633 vistas

Fahara Mercado.-

Cd. Victoria, Tam.- Existen personajes en la vida que marcan diferencia en la historia por sus cualidades únicas, son protagonistas de momentos que se quedan marcados en las personas que fueron testigos, incluso de quienes solo conocen la historia.

José Luis “El Charro” Mendoza fue el actor principal de muchos capítulos inolvidables para los aficionados del equipo de casa, aquel jugador con hambre siempre de gol, que encaraba a sus rivales y se emocionaba cada que tenía la oportunidad de hacerlo, es hoy un personaje reconocido en Ciudad Victoria. Sus goles de “sombrerito” han sido el mejor recuerdo que ha dejado y es además el mayor anotador de Correcaminos.

“El Charro” sonríe inmediatamente cuando recuerda sus momentos como jugador profesional, al describir su personalidad futbolística fija su mirada en la cancha del Estadio Marte R Gómez y sus ojos dibujan en ella las jugadas que por ocho años realizó en Correcaminos.

“Como jugador, mi habilidad era el buscar los espacios, hacíamos mancuerna “El Miki” Sánchez y yo, ya sabía los movimientos a donde tirarme el balón, yo era vivo en el campo, le buscaba los espacios al rival, mi cualidad era esa viveza de buscar entre los espacios y buscar el arco rival que era lo mío, lo que me tocaba hacer, los goles”.

Su niñez estuvo definida siempre por un balón de futbol, viene de una familia en la que este deporte es “el pan de cada día”.

“Desde pequeño practique el futbol, mis padres me inculcaron el deporte, desde los cuatro años mi padre practicaba el futbol, tengo familiares que les gustaba el deporte y era cada fin de semana ir a jugarlo y se me fueron dando las cosas desde pequeño”.

En su memoria existen muy buenos momentos, otros no tan positivos, pero mantiene el agradecimiento a cada persona que influyó para que él pudiera crear sus vivencias en el futbol.

“Como fueron pasando las etapas de este proceso se me dio la oportunidad en el equipo de casa Correcaminos y pues tuve experiencias bonitas y amargas también, creo que en el ambiente del futbol a veces das muchas alegrías a la afición que es lo que quiere pero pues también hay tristezas”.

Uno de esos malos momentos llega a su recuerdo cuando toca el turno de hablar de aquella final perdida ante Tigres, “El Charro” prefiere no ahondar en el tema, su expresión refleja impotencia y un sabor incómodo que lo hace pasar rápido de tema.

“Yo estoy bien agradecido con esta institución, le di mucho, una de las tristezas pues es aquella que siempre recuerdan pero pues uno pone de su parte todo lo que es, desafortunadamente no se logró el objetivo”.

Su semblante cambia inmediatamente cuando es momento de los recuerdos buenos, de las alegrías y satisfacciones.

Sonríe y habla de su sueño cumplido.

“Lo bonito fue que conforme fui demostrando en lo futbolístico, en lo que yo tenía de experiencia tuve la oportunidad de irme a jugar a Primera División y eso es lo bonito, cuando tienes tus objetivos y llegas a ellos y ese era el mío, jugar en Primera División, mi anhelo desde pequeño era jugar con jugadores de mucha experiencia y lo tuve, estuve jugando con Cuauhtémoc Blanco, Luis Hernández, Sergio Almaguer por decir algunos”.

La vida es un contraste de emociones y así tocamos el tema quizá más complicado para un futbolista, el retiro, un breve silencio y responde.

“Te cuesta mucho, pero hay que estar preparado para todo, para todas las circunstancias, yo ya veía que hasta aquí iba a terminar mi etapa como futbolista y pues pasamos a otra etapa de estar con la familia, de convivir más y muchas veces es lo que la familia está esperando”.

“El Charro” Mendoza toca entonces el tema de sus entrenadores, piezas fundamentales de su rompecabezas de vida por la confianza que le brindaron.

“Estoy muy agradecido con los entrenadores que tuve, por mencionar algunos, el profe Mansur, el otro que me debutó en profesional fue Francisco “La Muga” Medrano, Nacho Rodríguez, que lo tuve de auxiliar; “El Picas” Becerril, que jugué con él en Necaxa y después el vino a dirigir a Correcaminos y aquí estuve con él y Raúl que fue el que me dio la oportunidad de irme a Necaxa y no lo dudé, me fui”.

Su fórmula para haber cumplido su sueño fue demostrar.

“Lo que reflejas en el campo y en los entrenamientos fue eso lo que me dio estar en un equipo de Primera División, con grandes jugadores que estuvieron a nivel de selección”.

Como consejo a quienes persiguen el mismo sueño que él asegura que la única forma de conseguirlo es con disciplina y la conciencia de saber qué te beneficia y qué te perjudica.

Actualmente ha replanteado sus metas pero no anhela otra cosa más que seguir ligado de una u otra forma al futbol.

“Mi sueño ahora es trabajar con niños, inculcarles el deporte, enseñarlos y darles un poco de mi en una escuelita de futbol, estar adentro otra vez del futbol, porque ahorita sí me retiré un poco y en lo personal trabajar uno no quita el dedo del renglón”.

La gratitud es una palabra que define al “Charro” Mendoza, con una personalidad sencilla y tranquila, consciente de lo que significa para muchos victorenses.

“Es muy bonito que se acuerden de uno, porque uno dejó su huella aquí en Ciudad Victoria; me conocen, voy a lugares a convivir y luego luego me identifican, es bonito, contento y satisfecho porque yo sé que a cualquier lugar que vaya voy a ser bien recibido”.

Al final de la charla dedica un mensaje al equipo actual, cree en las nuevas esperanzas y sigue con la “espinita” clavada de ver a Correcaminos en el máximo circuito del futbol.

“Yo deseo que Correcaminos esté en Primera División va a empezar un nuevo torneo y no me queda más que desearles lo mejor, que venga la gente y que le tengan confianza al equipo cada torneo, al entrenador (Ricardo Rayas) yo lo conozco, jugué con el y le deseo lo mejor”.

José Luis Mendoza estuvo activo en el futbol profesional por 12 años, fue campeón de goleo en dos ocasiones y el máximo anotador en Correcaminos, hoy se ha convertido en un personaje sobresaliente en la historia del deporte en nuestra Ciudad, un rostro de Ciudad Victoria.

 

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