Rebeca Maldonado
Es bien sabido que la apariencia de los bebés casi siempre se hereda de los padres, ¿De quién sacamos la inteligencia? Pues bien, The Independent reunió las conclusiones de varias investigaciones, revelando que la inteligencia se hereda de la madre.
Y es que una de las razones de que esto suceda, es la ventaja que las mujeres tienen con su cromosoma X, pues es en este es donde se encuentra la inteligencia, así que, al tener dos, se multiplican las posibilidades de que predomine.
Además, existe una categoría de genes conocidos como genes condicionados, que según las investigaciones, solo trabajan si provienen del padre o de la madre. Pero, gracias a un experimento, se dedujo que la inteligencia debe venir de los genes condicionados de la madre.
El experimento consistió en una serie de pruebas que realizaron a ratones modificados genéticamente. Se encontró que aquellos que tenían una dosis extra de genes maternos habían desarrollado cerebros y cabezas más grandes, pero su cuerpo era más pequeño. En cambio, aquellos con una cantidad extra de genes paternos tenían cerebros pequeños y cuerpos grandes.
Los especialistas identificaron 6 puntos del cerebro de los ratones que solo dependían de los genes paternos o de los maternos y que controlaban distintas funciones cognitivas.
El resultado fue que las células con genes paternos se encontraban en el sistema límbico, responsable de funciones como el sexo, la comida y la agresividad. Pero, no hubo indicios de células paternas en la corteza cerebral, donde se desarrollan las funciones cognitivas más avanzadas como el razonamiento, el pensamiento, el lenguaje y la planificación.
Posteriormente se dieron a la tarea de probar esta hipótesis, pero ahora con personas. Para ello, desde 1994, se entrevistaron anualmente a 12 mil 686 jóvenes de entre 14 y 22 años y tuvieron en cuenta varios factores como la educación, la etnia y su estatus socioeconómico. Demostrando, una vez más, que el mayor peso de su inteligencia procedía del coeficiente intelectual de la madre.
Sin embargo, también quedó demostrado que sólo entre el 40 y 60 por ciento de la inteligencia es hereditaria. Lo que significa que gran parte de nuestras habilidades intelectuales se deben también a nuestro entorno, experiencias y desarrollo.
