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agosto 14, 2017 | 129 vistas

Alfredo Guevara.-

Cd. Victoria, Tam.- En los últimos diez años, por falta de oportunidades de trabajo, sequía e inseguridad, tamaulipecos han migrado hacia diferentes lugares de los Estados Unidos, incluso de clase media y baja como empresarios, que dieron lugar a que Tamaulipas recibiera remesas por más de 800 millones de dólares al año.

Sin embargo, a sabiendas de que no hay recurso que aguante más de cinco años para vivir en el vecino país del norte, se tuvieron que regresar a sus lugares de origen, propiciando con ello una reducción en el envío de remesas que se estima cerrará entre 650 y 700 millones de dólares en este 2017, aseguró Jorge Alfredo Lera Mejía.

El economista, catedrático de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), explicó que la migración y las remesas es un binomio que va de la mano, en el que si sube el éxodo de tamaulipecos hacia los Estados Unidos, por consecuencia estos enviarán una mayor cantidad de dólares a sus familiares en México.

¿Qué está pasando con la migración tamaulipeca? Nadie dice nada de que se están regresando, adujo.

Reveló que Tamaulipas llegó a tener el envío de poco más de 800 millones de dólares, incluso se llegaron a superar en el 2013, 2014 y 2015, pero de ahí en adelante han estado subiendo y bajando, como resultado de que los que se fueron, se están regresando.

Lera Mejía expuso que los más de 800 mdd que llegaban vía remesas al Estado, representa el triple de la inversión directa extranjera en Tamaulipas, como también el doble de las exportaciones propias de los tamaulipecos, sin tomar en cuenta las que van de paso.

Señaló que si bien la migración se sigue registrando al no haber oportunidades en el campo, problemas de sequía, falta de apoyo a las actividades agrícolas entre otros factores, ya no es en las mismas proporciones que antes, por el reforzamiento de las medidas de seguridad implementadas por autoridades migratorias de Estados Unidos.

En el peor de los casos, los que estaban enviando con regularidad empezaron a disminuir las cantidades, por lo difícil que es vivir en el vecino país del norte y los espacios laborales que poco a poco se han ido cerrando para los migrantes en general.

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