abril 25, 2024
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agosto 15, 2017 | 121 vistas

DALLAS, Texas, E. U., agosto 14 (Notimex)

La manifestación el pasado sábado de cientos de supremacistas blancos en Charlottesville, Virginia, que concluyó con un ataque contra manifestantes que dejó a una mujer muerta y 19 personas lesionadas, se da tras un resurgimiento de los grupos de extrema derecha en Estados Unidos.

Tras varias décadas de permanecer confinados en las márgenes de la sociedad estadounidense, los grupos de extrema derecha se activaron de nuevo en la vida política de este país con manifestaciones en calles, plazas y campus universitarios.

De acuerdo con reportes del Centro Legal Para la Pobreza del Sur (SPLC), que monitorea a los grupos de odio, la reactivación se ha registrado a lo largo de los últimos dos años, debido en parte a una campaña presidencial que coqueteó fuertemente con ideas extremistas.

La campaña política de Donald Trump “electrificó a la derecha radical, que vio en él a un campeón de la idea de que Estados Unidos es fundamentalmente un país de hombres blancos”, escribió Mark Potok, director del SPLC, en un reporte en el que examinó el odio y el extremismo registrado en este país en el último año.

Ahora las agrupaciones extremistas, lejos de ocultarse y de convivir en obscuras páginas en Internet, han salido a las calles autoproclamándose como protectores de la libertad de expresión, sosteniendo que el conservadurismo es la nueva contracultura.

WorldNet Daily, un sitio conservador de noticias en Internet, acusado por el SPLC de “promover el nacionalismo blanco”, tiene ahora acreditado un corresponsal en la Casa Blanca.

El número de grupos de odio que operaban en el país a finales de 2016 se ubicaba cerca de los niveles más altos desde que se tienen registros, al sumar 917, según el más reciente recuento del SPLC. Sin embargo, reconoce que las cifras subestiman el nivel real de odio organizado que existe en Estados Unidos.

En los últimos años, un número cada vez mayor de extremistas de derecha operan principalmente en el ciberespacio y, en algunos casos, han pasado a actuar en el mundo real.

El SPLC indicó que un ejemplo de ello es Dylann Roof, el joven que fue sentenciado a finales del año pasado por el asesinato de nueve afroamericanos en un templo de Charleston, Carolina del Sur.

Roof no tuvo contacto con grupos de odio antes de decidir perpetuar el ataque, incitado sólo por la propaganda que leyó en Internet.

El SPLC anotó que en el reciente incremento de los grupos de odio destaca el número de los grupos antimusulmanes, que pasaron de 34 en todo el país en 2015 a 101 en 2016, un aumento de 197 por ciento.

Empero el aumento no es sorpresivo, dado a que el odio contra los musulmanes se ha estado expandiendo rápidamente durante más de dos años, impulsado por entre otras cosas la retórica de Trump y los ataques de islamistas radicales, incluido el asesinato masivo de 49 personas en un club nocturno gay en Orlando, Florida.

También el número de grupos neo-Confederados, organizaciones como la Liga del Sur, que busca una segunda secesión del sur de Estados Unidos, aumentó en un 23 por ciento de 35 a 43 grupos en el último año.

El SPLC tiene identificados a 14 grupos de odio específicamente antiinmigrante en todo el país, incluyendo el del “American Border Patrol” que tiene su sede en Sierra Vista, Arizona, muy cerca de la frontera con México.

Otros grupos antiinmigrantes son el “U.S Border Guard”, en Phoenix, Arizona, el “Borderkeepers of Alabama” y el de “Americans for Legal Immigration” de Raleigh, Carolina del Norte.

En tanto, el número de capítulos de Ku Kux Klan sumó 130 en 2016, tras haber disminuido en un 32 por ciento, en comparación a los 190 grupos registrados en 2015.

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