abril 26, 2024
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agosto 16, 2017 | 110 vistas

FONSECA, Colombia, agosto 15 (AP)

Más de ocho mil fusiles que hasta hace poco cargaban las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y que fueron almacenados en 26 zonas de desarme por la ONU serán retirados de esa zona este martes.

Los observadores de Naciones Unidas empezaron a movilizar los depósitos blindados a fines de julio y este martes el último contenedor debió salir de La Guajira, en el norte de Colombia.

“Esto encarrila al país hacia una nueva etapa”, dijo Jean Arnault, jefe de la misión de la ONU en Colombia desde el lugar, donde el presidente Juan Manuel Santos puso el candado al último de esos contenedores.

Arnault dio las cifras del inventario bélico de las FARC: además de las 8.112 armas se recogieron 1,3 millón de cartuchos, 22 toneladas de explosivos, más de 3.000 granadas y mil minas antipersona, entre otras cosas. Parte de ese arsenal fue destruido en el lugar mientras que otras piezas serán fundidas y convertidas en monumentos para conmemorar el final del conflicto armado más largo de América.

“La construcción de la paz es como la construcción de una catedral: ahora estamos construyendo los yacimientos”, afirmó Santos.

El líder guerrillero Iván Márquez aprovechó el escenario, con gran atención mediática, para llamar la atención sobre el reciente asesinato de dos rebeldes en zonas de donde ya no había armas.

Las FARC se constituirán en una formación política legal a fines de mes. “El nuevo partido seguramente se llamará Fuerza Alternativa Revolucionaria de Colombia”, anunció Márquez en la primera mención pública de un probable nombre para esa formación. “Estaremos dentro del sistema, pero levantaremos clara y nítida nuestra voz contra el sistema”, agregó.

Este mismo martes termina el plazo para que las FARC entreguen también al organismo internacional un listado con sus bienes, uno de los temas más polémicos de la transición de la guerrilla hacia un partido político prevista para fines de este mes.

Los excombatientes de las FARC terminaron de entregar sus armas a la ONU a fines de junio. Desde entonces han estado almacenadas en esos contenedores.

Los rebeldes aceptaron dejar sus armas como parte de un acuerdo de paz alcanzado con el Gobierno a fines del año pasado para cerrar más de medio siglo de enfrentamiento armado que dejó más de 250 mil muertos, 60 mil desaparecidos y millones de desplazados.

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