marzo 28, 2024
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agosto 22, 2017 | 123 vistas

El sismo que afectó anoche la isla italiana de Ischia con intensidad de cuatro grados Richter, frente a la costa de Nápoles, ha dejado hasta el momento dos muertos y 39 heridos, informó este martes el servicio de Protección Civil.

Uno de los decesos correspondió a una mujer que murió golpeada por los restos de una iglesia semiderruida en el municipio de Casamicciola, mientras el cadáver de otra fue extraído de un inmueble derrumbado.

Los cuerpos de socorro trabajaban para extraer vivos a dos niños que quedaron atrapados por los restos del edificio en el que vivían.

Al parecer los menores se salvaron porque buscaron protección debajo de una cama durante el sismo y los efectivos de socorro lograron durante la madrugada hacerles llegar botellas de agua.

‘Estamos en contacto con los dos niños, escuchamos sus voces y les hacemos oír las nuestras para tranquilizarlos’, dijo el portavoz de los bomberos, Luca Cari.

También durante la madrugada los bomberos rescataron con vida a un bebé de siete meses de nacido.

El sismo se registró a las 20:57 horas (18:57 GMT) del lunes y en un primer momento fue calculado con magnitud de 3.6 grados Richter, pero esta mañana el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) precisó la magnitud en 4.0 grados Richter, aunque sismólogos estadunidenses establecieron que alcanzó 4.3 grados Richter.

Los servicios de socorro confirmaron que hubo 39 heridos, entre ellos uno en graves condiciones.

Protección Civil indicó que durante esta madrugada mil 051 personas, en su mayoría turistas, abandonaron la isla, mientras cientos más se disponían a hacerlo a bordo de ferries que realizaban corridas extraordinarias.

En julio de 1883 Ischia fue semidestruida por un terremoto que causó dos mil 300 muertos y en el que resultó herido quien luego sería el filósofo Benedetto Croce, entonces de 17 años de edad.

Bomberos en Italia liberaron el martes a un bebé de siete meses y su hermano mayor de entre los escombros de una casa, donde habían quedado atrapados con su familia tras un sismo de magnitud 4 en la isla turística de Ischia. Los rescatistas seguían tratando de liberar a un tercer hermano que estaba atrapado.

Al menos dos personas murieron en el temblor que se produjo poco antes de las 9 de la noche del lunes. Otras 39 personas sufrieron heridas y 2.600 perdieron sus viviendas. Las víctimas fatales fueron una anciana atrapada en una iglesia y otra persona cuyo cuerpo sigue atrapado bajo los escombros.

Los bomberos sacaron primero a un bebé de siete meses, que parecía consciente en un video difundido por los bomberos cuando los rescatistas lo ponían a salvo. La operación seguía en marcha para sacar a un tercer hermano.

La labor era complicada, señaló el portavoz de bomberos Luca Cari. Los rescatistas se mantenían en contacto verbal con los niños durante la operación, explicó.

El padre de los pequeños dijo a la televisora RAI que los chicos estaban en su habitación cuando se produjo el temblor, y que su esposa estaba en otro lugar de la casa. Ella logró escapar a través de una ventana, mientras que los rescatistas llegaron en primer lugar hasta el padre.

El vocero de bomberos Luca Cari dijo que mantuvieron contacto de voz con los dos chicos durante la operación para abrir un hueco en el techo. Les dieron botellas de agua y una linterna.

El terremoto de produjo en medio de la temporada turística, y la televisión italiana mostró imágenes de personas que se refugiaban en los parques. Las autoridades organizaron un servicio de transbordadores para llevar a los turistas al continente a partir del martes por la madrugada.

Ischia y la vecina Capri son lugares tradicionales de vacaciones del jet set europeo. Casamicciola fue el epicentro de un terremoto en 1883 que dejó más de 2.000 muertos.

Imágenes de la zona mostraron muchos edificios derruidos y otros con grietas profundas en los muros exteriores entre otras señales de daños estructurales. Varios autos estaban volcados.

La magnitud de los daños dada la magnitud relativamente baja del terremoto generó interrogantes acerca de la calidad de la construcción en una zona sísmicamente activa y la existencia de estructuras ilegales.

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