abril 25, 2024
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CHOCA CON VACA Conductor no logra esquivarla

septiembre 2, 2017 | 124 vistas

Carlos inició el camino de regreso a casa. Se subió a su camioneta, dio la vuelta a la llave, encendió el vehículo y emprendió la marcha.

La pick up amarilla ya con unos años y miles de kilómetros a cuesta rodaba a unos 80 kilómetros por hora cuando salió de El Barretal con destino a la cabecera municipal de San Carlos.

Ese vehículo Ford y su conductor han caminado en innumerables ocasiones esa ruta. Prácticamente Carlos se sabe de memoria el camino y sabe de los riesgos.

De hecho, no son muchos, salvo cuando salen los animales a pastar por esas rutas, las cuales están llenas de matorrales que alimentan al ganado y que en tiempos de sequía son un verdadero tesoro.

Y ese fue el peligro que la tarde del viernes corrió Carlos y su “troka” amarilla, que es conocida por la gente por el trabajo arduo que enfrenta casi todos los días.

Caminó los primeros diez kilómetros sin mayores novedades. En la radio se escuchaba música ranchera y el locutor daba cuenta de los saludos a la gente de la zona.

Pasaron otros 20 kilómetros sin que hubiera nada que contraviniera el rumbo de esa camioneta que transporta productos primarios y que casi a diario viaja de San Carlos a Padilla, pasando por distintos poblados de la región.

La música y la charla del locutor en la radio hacen más ameno el viaje. Carlos se veía cómodo y con seguridad en su camino. En las subidas cambiaba de cuarta a tercera. Aunque de pronto, por lo “cansado” que a veces se siente ese motor, bajaba hasta segunda con esa palanca dura y un clutch que requiere me más fuerza para empujarlo con la pierna izquierda y que es lo le agota al conductor.

Justo en el kilómetro 64 de esa ruta, una vaca no muy grande, pero además flaca y de pelaje “güero” que comía pasto a la orilla de la carretera, subió un poco más y se paró justo en la carretera.

Carlos no iba tan rápido, pero no le alcanzó, ni la fuerza ni la pericia para evitar arrollar al animal.

Dio un leve giro al volante, pero ni así pudo evitar el golpe. Cuando los frenos le respondieron, ya era demasiado tarde y chocó por un costado.

El animal murió por el encontronazo. Carlos resultó ileso, salvo el susto. La Ford amarilla con un golpe en el costado que merecerá unas “vacaciones” mientras le sacan ese golpe, que le dolió más por su avanzada edad.

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