Un papa Francisco evidentemente conmovido pide a las víctimas del prolongado conflicto armado colombiano que perdonen a sus agresores y él mismo se suma en ese gesto para ayudar a la reconciliación.
“Quisiera que recemos juntos y que nos perdonemos -yo también tengo que pedir perdón- y que así, todos juntos, podamos mirar hacia adelante con fe y esperanza”, insta el Santo Padre en un encuentro por la oración y la reconciliación.
Antes el papa abrazó a exintegrantes de los grupos paramilitares y de la guerrilla, así como a víctimas que sufrieron los embates de la violencia armada.
El cuerpo mutilado del Cristo de Bojayá, destruido durante un feroz ataque de las FARC en 2002, se alza sobre un altar donde se realiza un acto cargado de simbolismo.
