abril 24, 2024
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septiembre 11, 2017 | 104 vistas

TORONTO, Canadá, septiembre 10 (Agencias)

Ni su belleza ni sus miedos fueron impedimento para que Margot Robbie personificara a la controversial patinadora retirada, Tonya Harding.

“Admiro profundamente a los atletas porque ellos están preparados para darlo todo en el terreno de juego. Si se equivocan, si fallan, si les pasa algo, todos lo ven y, lamentablemente, les van quitando puntos, el medio los devalúa, lo cual me parece muy injusto.

“Por eso les tengo todo mi respeto, porque no se trata de belleza, de temores, sino de vencer por completo las barreras que nos limitan y exponerse y dar lo mejor, mostrar el talento”, indicó Robbie en entrevista.

“En I, Tonya”, que tuvo este fin de semana su premier mundial en el Festival Internacional de Cine de Toronto, la intérprete de Harley Quinn en “Escuadrón Suicida” tuvo que deshacerse del glamour y de las inseguridades para dar lo que el director Craig Gillespie le pidió.

“El aspecto físico fue lo de menos. Nunca me dio miedo cómo me iba a ver, sino saber si sería aceptada como Tonya. Porque fue una figura muy polémica, estuvo en el ojo de la opinión pública. En ese entonces era la segunda persona más famosa, después de Bill Clinton.

“Superé miedos, y superé momentos de pánico porque hacer a una patinadora no es nada fácil. Yo quise ser patinadora y serví más para el hockey, pero he entendido que ni aunque entrenara diez años podría haber hecho lo que Tonya en uno. Es un gran don el que ella tiene”, señaló Robbie.

Esta producción, en la que también actúan Allison Janney, como la madre de Tonya, y Sebastian Stan, como Jeff, el esposo de la estrella deportiva, se centra en presentar a la protagonista con un aspecto humano y la difícil niñez y juventud que tuvo, pero en un tono que mezcla la comedia con el drama.

El momento climático, señala, se da cuando su archirrival Nancy Kerrigan es apuñalada y tanto ella como su esposo son señalados como autores intelectuales, lo cual le arruina la vida para siempre.

También como productora de este largometraje, que aún no tiene fecha de estreno en México, la australiana, de 27 años, quiere ampliar sus horizontes profesionales.

“El sueño de un actor es tener personajes que los reten a ser distintos, a marcar, a dejar huella, y con Tonya así lo encontré. Habla de una mujer atormentada, abusada, despreciada y que supo sobreponerse a la adversidad y formar una familia. Hoy se dedica a ser luchadora, vive con su esposo y no vive del pasado”, apuntó Margot.

Ante los comentarios favorables respecto a su actuación y la de Janney, que las postulan como favoritas en la próxima temporada de premiaciones, como Actriz y Actriz de Reparto, respectivamente, la actriz de “El Lobo de Wall Street” y “Tarzán” admitió sentir emoción, pero no se ilusiona.

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