Berlín, 15 Sep.- El embajador mexicano en Alemania, Rogelio Granguillhome, encabezó hoy al mediodía en esta capital la ceremonia del Grito de Independencia, para que los invitados alemanes acudieran a celebrar con los mexicanos antes de que iniciaran el fin de semana.
Durante la celebración del 207 aniversario de la Independencia de México, los alemanes que acudieron a la ceremonia realizada en la sede de la embajada quedaron sorprendidos ante el colorido y la alegría de los mexicanos que acudieron a festejar.
Entre las mexicanas hubo quienes decidieron asistir vestidas con trajes típicos de las diferentes regiones del país, orgullosas de la belleza de los bordados y de los rebozos que llevaban.
Como bebidas, solo se sirvieron tequila y cócteles Margarita en copas escarchadas con sal y otras con sal y chile, ésta última variedad no apta para alemanes.
Una vez que llegó la mayoría de los invitados, el embajador Rogelio Granguillhome subió al estrado colocado en el espacio cultural de la sede diplomática, que tenía como fondo tres grandes banderas de México en sus astas.
Granguillhome dio la bienvenida a los casi 150 invitados y enseguida pidió a los asistentes que guardaran un minuto de silencio en memoria de las víctimas del terremoto que el pasado 7 de septiembre que afectó a los estados de Oaxaca y Chiapas.
La noticia de la catástrofe natural fue ampliamente informada por los medios alemanes el día que ocurrió, de manera que todos se sumaron con empatía a ese acto de respeto en memoria de quienes perdieron la vida y de quienes resultaron afectados.
Una vez concluído el homenaje, el embajador recibió de parte de miembros de la Agregaduría Militar de la sede diplomática el lábaro mexicano, el cual ondeó mientras gritaba: “Viva México”, un grito que fue seguido por los mexicanos y alemanes presentes.
Los aplausos sonaron al término de la breve ceremonia, y el embajador dejó el estrado libre para la entrada triunfal de los mariachis, que fueron acogidos por los asistentes con aplausos. Algunas mexicanas se pusieron al frente para bailar y mostrar sus trajes folclóricos.
Dos horas después, a las 14:00 horas locales (13:00 GMT), el festejo llegó oficialmente a su fin. Grupos de personas salieron de la embajada sonrientes y de buen humor empezaron a dispersarse en Berlín.
