Washington, 17 Sep.- El presidente Donald Trump dejará atrás su lema de “América primero” y pondrá en primer plano la “responsabilidad compartida” cuando ofrezca este martes ante la ONU su visión sobre los pendientes de la agenda global, desde Corea del Norte hasta Venezuela.
Trump, quien se dirigirá por primera vez ante la Asamblea General del foro global el próximo martes en su calidad de presidente de Estados Unidos, enfatizará las metas comunes de la comunidad internacional: la paz, la promoción de la prosperidad y la defensa de la soberanía y la rendición de cuentas.
“Un mundo pacífico depende de las contribuciones de todas las naciones. Debemos tener una responsabilidad compartida por la seguridad internacional. La prosperidad también es una responsabilidad compartida”, sostuvo el asesor de Seguridad Nacional, teniente general Hebert Raymond McMaster.
“Como lo demuestran los más recientes lanzamientos de misiles por parte de Kim Jong-un, Corea del Norte continúa como uno de los problemas de seguridad mundiales más urgentes y peligrosos. Es vital que todas las naciones trabajen juntas para resolver ese problema”, agregó.
El inesperado abrazo de Trump al multilateralismo contrasta con las críticas lanzadas contra la Organización de Naciones Unidas (ONU) durante su campaña presidencial, a la que no sólo acusó de “incompetencia”, sino de ser enemiga de la democracia, de la libertad, de Estados Unidos y de Israel.
Sin embargo, la ambiciosa agenda de reformas del secretario general Antonio Guterres, las dos recientes resoluciones del Consejo de Seguridad contra Corea del Norte y la realidad de un entorno geopolítico que escapa a soluciones simplistas parecieron haber empujado un cambio de enfoque.
“Es un nuevo día en las Naciones Unidas y la ONU ha cambiado en los últimos meses, no sólo de retórica, sino de acción. Los miembros se están acostumbrando a actuar… Estamos empezando a ver muchos cambios”, dijo la embajadora estadunidense ante la organización, Nikki Haley.
Tanto en su mensaje ante la Asamblea General como en sus múltiples reuniones bilaterales, Trump refrendará además su compromiso con un comercio “libre, justo y recíproco”, así como un acceso de los productos estadunidenses a los mercados internacionales.
La cita de la ONU tendrá lugar en vísperas del inicio de la tercera ronda de negociaciones de Estados Unidos, México y Canadá para la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
La agenda de Trump inicia el lunes con un encuentro en el que participa el liderazgo de Naciones Unidas y más de 120 naciones para discutir la reforma de la institución multilateral.
Trump aprovechará la reunión para expresar apoyo a los esfuerzos de reforma encabezados por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, aunque dejará en claro que el organismo debe operar de una manera más eficiente y efectiva, de acuerdo con la Casa Blanca.
Su primer día en Naciones Unidas incluirá además un encuentro bilateral con el presidente de Francia, Emanuelle Macron, y con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, con quienes abordará temas de la agenda internacional, en especial Irán.
Por la noche, será anfitrión de una cena de trabajo con los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, y de Brasil, Michel Temer, para abordar asuntos regionales, especialmente lo que la Casa Blanca califica como la “crisis” en Venezuela.
El martes, en su mensaje ante representantes de los países participantes, Trump hará un llamado a los países miembros a unirse para encarar los “graves problemas” que amenazan a la humanidad, adelantó McMaster.
Igualmente, enfatizará la necesidad de que todos los países miembros del organismo internacional promuevan la paz y la prosperidad, así como que mantengan tanto la soberanía como la rendición de cuentas como cimientos del orden internacional, añadió.
Trump se reunirá el miércoles con los líderes de Jordania, la Autoridad Palestina, Reino Unido y Egipto, además de celebrar un almuerzo de trabajo con líderes de países africanos para fortalecer las relaciones económicas y políticas con esa región.
Durante su última jornada en la ONU el jueves, el presidente estadunidense se reunirá con los líderes de Turquía, Afganistán y Ucrania, además de ser anfitrión de un almuerzo de trabajo con los gobernantes de Corea del Sur y Japón.
Por separado, el vicepresidente Mike Pence tendrá su propia agenda donde planea enfatizar el tema de reforma del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y de mayor eficiencia en las operaciones de mantenimiento de la paz.
El mensaje de Estados Unidos en derechos humanos será que “si los gobiernos no cuidan a su gente, malas cosas van a pasar”, dijo Haley.
