abril 16, 2024
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septiembre 20, 2017 | 159 vistas

CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 19 (Agencias)

Aquellos que piensen que Club de Cuervos es una serie sobre futbol están equivocados. Sus protagonistas aseguran que la tercera temporada es sobre el corrupto sistema político mexicano. Para Luis Gerardo Méndez y Mariana Treviño, la nueva etapa de la serie creada por Netflix se arriesga y da un giro al alejarse del pambol para adentrarse en los tejes y manejes de la política nacional, un giro que, afirmó Méndez, los fans amarán.

“Es muchísimo más político. Siempre es importante darle vuelta a las cosas. Nos parecía necesario profundizar en los personajes y las historias pero al final quisimos darle un nuevo sentido a la trama. Así abrimos la caja de Pandora para burlarnos del patético y caótico mundo político en el que vivimos; particularmente en la cuestión electoral no sólo en México, también en Estados Unidos”, señaló Luis Gerardo.

Mariana Treviño explica que este cambio en la dirección de la serie era lógico, pues considera que en un país tan futbolero como México, el balompié ha sido desde hace décadas una de las cosas más políticas que existen.

“Es interesante ver cómo la serie es un reflejo de lo que pasa en nuestra sociedad. Vemos cómo una institución que está dedicada al deporte pasa a un terreno político y eso sucede porque las instituciones se corrompen y entran en este juego sucio llamada política”, detalló.

Si bien esta temporada presentará a los hermanos Iglesias uniendo fuerzas en contra de políticos que los quieren ver caer, sus protagonistas señalaron que las problemáticas de la cancha seguirán presentes pues al final el futbol también es un paralelismo de lo que ocurre en la sociedad.

“Club de Cuervos siempre ha sido una serie con toques políticos. Es la catarsis de la problemática que se vive en el país y en esta tercera parte, los hermanos, a pesar de no llevarse bien, tendrán que arreglar sus diferencias o sobrellevarlas para enfrentar a alguien más fuerte y que podría acabar con el legado que su padre les dejó”, dijo Treviño.

Quizá sea esta una de las razones por las que en esta temporada uno de los dos hermanos se lanzará a contender por un puesto público, lo cual desatará una guerra política en Nuevo Toledo (sitio imaginario en el que se desarrolla la trama de la serie).

Para ambos actores el programa de Netflix sigue la tendencia a la que la sociedad mexicana se está enfrentando, sin dejar de lado la comedia. Ambos dicen que mostrar la realidad, por cruda que sea, a través de las risas es uno de las maneras más efectivas de transmitir su mensaje.

“El que uno de ellos se lance por un puesto político obedece a que sus administradores no les han respondido de forma adecuada y se han dejado manipular y corromper, en pocas palabras es como sucede en nuestra realidad. La gente ya no cree en los políticos y por eso vemos cómo cada vez más los ciudadanos independientes van por cargos populares, eso pasará en la serie”, destacó Luis Gerardo.

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