mayo 8, 2024
Publicidad
septiembre 23, 2017 | 176 vistas

Shalma Castillo.-

Cd. Victoria, Tam.- Los sesenta años que carga a cuestas, son nada comparados con sus ganas de servir, de apoyar, de aportar su esfuerzo en la gran tarea.

Su comisión solo era, trasladar a sus compañeros hasta la zona de desastre.

Sin embargo, el sombrío panorama y la dura realidad, fueron el ancla que dejaron en la capital del país a Tereso Tienda Flores.

El hombre con más antigüedad en el equipo de Protección Civil en la Coordinación Tamaulipas, no dudó un solo momento en sumarse de inmediato a las tareas de rescate, al ver el desastre que dejó el sismo de 7.1 grados, en la Ciudad de México.

Ninguna réplica, ni la serie de temblores que volvieron a sacudir a la capital del país este sábado, fueron suficientes para espantar sus ganas de ser uno más de los hombres y mujeres de esta raza de bronce, que arriesgan su vida en las pesadas acciones que reclaman los rescates de las víctimas.

Con 25 años formando parte de la Coordinación de Protección Civil, lo hace el “más viejo” de la Coordinación.

En 1992 ingresó a esta dependencia con Rigoberto de la Fuente Morón, siendo la primera generación de Protección Civil en el Estado.

Formado como bombero y rescatista, ha salvado vidas en otros desastres naturales que han ocurrido en diferentes partes de la República, entre ellos; Tabasco, Chiapas y Veracruz.

Sus compañeros de labor, comparten orgullosamente que en situaciones de emergencia siempre ha representado dignamente a la Coordinación y a Tamaulipas.

Aún siendo de las personas con mayor edad y tiempo trabajando en Protección Civil, no disminuye su entrega y compromiso con la sociedad, ni las ganas de servir a México.

Tereso continúa participando con las mismas ganas y el mismo compromiso como desde el primer día que ingresó a esta Coordinación, muestra de ello es que sigue en la Ciudad de México formando parte del cuerpo de rescate.

Actualmente sus labores son administrativas, sin embargo el deber de servir a la nación, lo lleva en la sangre, que ni los años le son un impedimento.

Comentarios