abril 26, 2024
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noviembre 4, 2017 | 91 vistas

Cada vez son más comunes las sorpresas de la naturaleza y del universo. Desde estrellas fugaces hasta el mismo movimiento de rotación, muchas de las acciones naturales sorprenden a la humanidad. Sin embargo, en algunas ocasiones estas acciones pueden tener repercusiones para las personas. Por ejemplo, hace unos meses se dio un eclipse que podía ocasionar que las personas en ciertas zonas, se sintieran más livianas.

Otro fenómeno del universo son las tormentas geomagnéticas, las cuales son una perturbación de la magnetósfera terrestre (capa formada por la interacción del magnetismo de la tierra y el viento solar), y puede ser causada por una onda que choca con el viento solar y/o una eyección de masa coronal (onda hecha de radiación). Generalmente, el incremento en la presión del viento solar, puede comprimir la magnetósfera mientras el campo magnético del viento solar solo interactúa con el campo magnético de la Tierra y transfiere la energía a la magnetósfera.

Todo este proceso se divide en tres etapas: en la primera ocurre la erupción solar, justo en la superficie del sol y su origen se debe al fenómeno de reconexión magnética; durante la segunda etapa, se libera una gran cantidad de radiación electromagnética, desde rayos gamma hasta ondas de radio, los cuales chocan con la Tierra por ocho minutos. La última etapa es la eyección de masa coronal y en caso de que ésta se dirija a la Tierra, puede ocasionar daños en satélites, transformadores eléctricos y en telecomunicaciones.

Las tormentas geomagnéticas pueden ocasionar grandes interferencias en las señales de comunicación durante un par de días

El 13 de octubre, el Centro Meteorológico ruso Fobos, indicó la presencia de una tormenta geomagnética en la tierra, la cual se extendió hasta el 15 del mismo mes. Expertos aseguraron que la tormenta alcanzaría una magnitud de 4 en una escala de 10 y sus efectos dependerían de la temperatura y la presión atmosférica. Por su parte, las personas propensas a los cambios meteorológicos podrían padecer dolores de cabeza, nerviosismo o ansiedad.

Pero una de las más grandes consecuencias, se puede presentar en el ámbito de las telecomunicaciones, específicamente en los sistemas de radionavegación, pues la presencia de las tormentas geomagnéticas, puede alterar la trayectoria de las señales de radio, así como crear ciertos errores en la información proporcionada por los GPS. Los sistemas pueden presentar grandes fallas y las comunicaciones podrían ser afectadas por un periodo de tiempo.

Por otro lado, ¿qué pasa con los satélites? Actualmente, las soluciones de conectividad satelital, proporcionadas por empresas como Axesat, han facilitado la comunicación en momentos críticos como desastres naturales e inclusive, el internet satelital ha demostrado ser una opción sumamente viable para las empresas. No obstante, las tormentas geomagnéticas superan el poder del ser humano, pues cuando se presentan, pueden afectar la transmisión de la señal debido a que la protección otorgada por el campo magnético, no es la adecuada, y causa una fricción adicional en los satélites que orbitan la tierra a esa altura.

Sin embargo, en la mayor parte de las tormentas geomagnéticas recientes, las comunicaciones satelitales han sido las menos afectadas, si bien todos los dispositivos de transmisión de datos colocados en el espacio son vulnerables a estos fenómenos, las experiencias previas han demostrado que este tipo de conexiones pueden ayudar a garantizar la continuidad de las operaciones y la transmisión de datos valiosos.

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