Tijuana, 5 Ene (Notimex).- El Centro Cultural Tijuana (Cecut), dependiente de la Secretaría de Cultura, ofreció a miles de asistentes la tradicional Rosca de Reyes, regalos, juguetes, chocolate y arte.
Más de tres mil 500 asistentes, entre niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad, tuvieron la oportunidad de degustar la rosca, que midió 280 metros de longitud y pesó una tonelada.
El director del Cecut, Pedro Ochoa Palacio, agradeció a los presentes considerar al recinto como punto de reunión para fomentar esta tradición y convertirlo en lugar para la unión familiar.
El domo IMAX del Centro fue cubierto totalmente por la gigante rosca de reyes, que fue compartida a niños y niñas que estuvieron acompañados de sus familias. quienes como cada año acudieron al Cecut para disfrutar de esta tradición en Tijuana.
La explanada del Centro Cultural Tijuana ha servido como punto de encuentro para fomentar la tradición desde hace más de 30 años, donde la masa, azúcar, frutas mixtas, así como el huevo y la harina se han mezclado para ofrecer la Rosca de Reyes.
Después de probar la Rosca de Reyes, los asistentes bebieron chocolate caliente, mientras que los niños recibieron regalos, jugaron y se divirtieron con dinámicas que realizó el personal del Cecut.
Los tres Reyes Magos se tomaron fotografías con los niños, bebés y las familias completas, haciendo que todos vivieran la magia de estar en un lugar lleno de sorpresas, alegría, diversión y unión familiar.
Metros interminables de la gigante rosca que, de acuerdo con la tradición representa la corona de los Santos Reyes y los frutos secos y cristalizados simulan las joyas incrustadas, estuvieron acompañados por asistentes de diferentes edades y lugares.
Melchor, Gaspar y Baltasar, quienes ofrecieron alegría y diversión a los asistentes, hicieron que esta celebración le diera un toque mágico a la conmemoración que millones de personas realizan para celebrar el Día de los Reyes Magos.
Para elaborar la Rosca de Reyes en Tijuana intervinieron en su preparación más de 20 panaderos, para que la celebración estuviera llena de sabor y color en esta frontera, considerada como la más transitada del mundo.
