abril 20, 2024
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Mueren cuatro, camioneta queda destrozada

febrero 5, 2018 | 354 vistas

Cuatro menores de edad muertos y otras cuatro personas heridas, es el saldo trágico que arrojó un accidente carretero ocasionado por combinar el alcohol con el volante.

Los hechos se registraron poco antes de la medianoche en la carretera Tula-Victoria.

Fue a la altura del kilómetro 37 del tramo carretero Palmillas-Miquihuana el lugar en donde lo que era una noche de parranda de ocho personas a bordo de una camioneta acabó por convertirse en un trágico escenario.

En el lugar quedó completamente destrozada una camioneta marca Chevrolet tipo Tahoe de procedencia norteamericana con placas de la UCD. Se presume que además del exceso de velocidad con que tripulaban, la ponchadura de una llanta pudo haber ocasionado el trágico accidente.

Tras reportarse el accidente al número de emergencias 911, al lugar acudieron elementos de cuerpos de rescate y auxilio médico.

Al llegar al lugar se les brindó atención médica a cuatro personas, las cuales fueron identificadas como Francisco “N”, América “N”, Blanca “N”, y Azucena “N”, siendo trasladadas al hospital de Jaumave.

En el lugar del trágico accidente fueron declarados sin vida Roxana “N”, de 14 años de edad; Javier Osvaldo “N”, de 17 años; José Erasmo “N” de 17; y Edgar Antonio, de 17 años.

Cabe señalar que en las labores de rescate y auxilio médico participaron elementos de la Coordinación Estatal de Protección Civil, quienes acudieron al lugar a bordo de varias unidades, como la unidad Titán, al reportarse personas prensadas al interior del vehículo accidentado.

Presuntamente la camioneta accidentada circulaba por la carretera Interestatal en sentido de poniente a oriente.

Al llegar al kilómetro 37 del tramo Palmillas Miquihuana, debido al presunto estado de ebriedad en que se encontraba, y al exceso de velocidad con que circulaba, el conductor de la camioneta pierde el control del volante y termina por salir del camino.

Posteriormente, la camioneta da varias volteretas para quedar en su posición final completamente destrozada con las cuatro llantas hacia arriba entre unos matorrales, después de pasar por encima de una cerca de alambre de púas.

 

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