La actriz Taylor Hickson, quien aparece en el rodaje Deadpool, demandó a Incident Productions por causarle una lesión que le desfiguró la cara durante el rodaje Ghostland.
Hickson, de 20 años presentó la demanda por los hechos ocurridos en diciembre de 2016, justo cuando se rodaba la película.
En la demanda, Hickson tuvo que hacer una “escena cargada de emociones”, en la que su personaje tenía que golpear una puerta de cristal con los puños, la cual se encontraba cerca de su cara.
El director Pascal Laugier, quien no fue mencionado en la demanda, le pidió a la actriz que golpeara la puerta con más fuerza, a lo cual Hickson preguntó si era seguro hacerlo.
Tras realizar dicha acción el vidrio se rompió, ocasionando que la cabeza y la parte superior del cuerpo de la actriz se inclinaran hacia enfrente y fragmentos de vidrio le ocasionaran heridas en el rostro, sobre todo entre el mentón y la mejilla izquierda, la cual requirió de 70 puntos de sutura.
Una imagen muestra la cortada que sufrió en la mejilla izquierda, y lo demás son hematomas del maquillaje que realizaron para la película.
“La señora asistente de arte me sostuvo la cara con servilletas en sus manos. Ella pasó por tantas servilletas, había tanta sangre”, detalló Hickson, quien aseveró al medio Deadline que desde entonces tiene cicatrices permanentes, causándole “una cantidad masiva de inseguridad”.
Desde el accidente, la actriz ha recibido tratamientos con láser y silicona para reparar el daño en su rostro. “Se desconoce en este momento si cualquier tratamiento adicional, incluida la cirugía plástica, reduciría la apariencia visual de la lesión”, detalla la demanda, en donde también deja en claro que Hickson ha perdido ingresos en muchos proyectos.
Con información de: lopezdoriga.com
