Una mujer de Cornualles (Inglaterra) ha sido detenida tras envenenar deliberadamente a su hija de 18 meses con una cucharada de sal. Los investigadores, al revisar el historial del ordenador, certificaron la intencionalidad de la madre. El día anterior al accidente, la mujer había buscado en Google la cantidad de sal que puede matar a un menor de la edad de su bebé, como informa The Sun.
Los médicos se personaron en el domicilio familiar tras recibir una llamada de la abuela de la niña y la encontraron pálida, flácida e indiferente.
Debido a su estado, la pequeña fue trasladada al hospital en una ambulancia aérea. En la clínica, los médicos comprobaron que la niña había ingerido entre 21 y 24 gramos de sal, doce veces la cantidad máxima que un niño de su edad debería consumir en un día.
Después de intoxicar a su hija, la madre llamó a sus amigos para informarles de que la niña estaba somnolienta y enferma y que sus labios se habían vueltos blancos, pero rehusó avisar a un médico porque la habían culpado de “madre tonta” en el pasado.
La víctima sobrevivió pero los médicos consideraron su caso de “milagro”, ya que los efectos de un exceso de sodio en el cuerpo pueden ser rápidos y devastadores. Las consecuencias pueden provocar desde daño cerebral y renal hasta convulsiones, coma, fiebre, náuseas y sed extrema.
Con información de: planoinformativo.com
