abril 20, 2024
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marzo 9, 2018 | 173 vistas

Rubén Jasso.-

Luego de un año de ausencia de los encordados de esta Capital, El Payaso Eso regresó el pasado fin de semana a su tierra natal para participar en el evento que se llevó a cabo en la Unidad Deportiva Siglo XXI con motivo de celebrar el “Día de la Familia”, recibiendo un total apoyo por parte de chicos y grandes, no obstante que durante la contienda sacó a relucir su lado rudo.

Acompañado por Shadow y Kasike, el otrora líder de El Circo Loco que hace un año partió de esta Ciudad en busca de nuevos horizontes, tuvo un buen recibimiento por parte de la afición que se dio cita en gran número en el espacio de la cancha infantil Américo Amigo, ganándose de inmediato al público con sus ocurrencias al mismo tiempo que mostraba su lado rudo.

Con agilidad y gestos técnicos, Eso sacó a flote un variado repertorio de ejecuciones y vuelos espectaculares arriba del cuadrilátero, llevando como rivales a los técnicos, Máscara Oriental, Hijo de la Muerte y Amorfiz, quienes sufrieron por las marrullerías del bando rudo, aunque los dos equipos sabían que no podían dar concesiones al rival porque la lucha estaba pactada a una sola caída.

Al principio las hostilidades estaban inclinadas hacia la esquina ruda, que parecía estar decidida a terminar la contienda en el menor tiempo posible, pero los técnicos comandados por Máscara Oriental lograron reponerse, llevando el pleito al extremo donde las condiciones climáticas empezaron a ser factor en el físico de los gladiadores.

La batalla fue intensa, pero terminaría de forma un tanto confusa cuando El Payaso Eso y Máscara Oriental tendidos sobre el ring pedían el triunfo, alegando los dos un faul, situación que hizo dudar al réferi “El Pifias Lara”, quien terminó levantando el brazo del payaso para que la tercia ruda ganara el encuentro.

Cabe recordar que Eso estuvo ausente de Ciudad Victoria por varios meses, aprovechando para recorrer distintas arenas del país, e incluso del sur de la unión americana y de Perú, regresando a casa con más madurez luego de medirse a rivales de otras latitudes.

Al final y más allá de haber mostrado su lado más rudo, el payaso terminó recibiendo el reconocimiento de la afición al igual que el resto de los gladiadores por su entrega arriba del cuadrilátero.

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