abril 26, 2024
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marzo 9, 2018 | 181 vistas

PUERTO MORESBY, Papúa Nueva Guinea, marzo 9 (Notimex)

Papúa Nueva Guinea fue sacudida este jueves por un nuevo terremoto, el tercero de gran magnitud en diez días, esta vez con una magnitud de 6.8, al este del país, sobre la zona llamada “Anillo de Fuego”, sin que por el momento se reporten víctimas.

Los primeros reportes indican que el sismo se registró la madrugada del viernes (tiempo local) y tuvo su epicentro en el mar al este de la isla papú de Nueva Irlanda, a 15 kilómetros de profundidad, pero autoridades descartaron que exista la posibilidad de que se produzca un tsunami.

“No se espera un tsunami destructivo en todo el Pacífico, no hay amenaza para las islas cercanas, ni para Hawai”, declaró un portavoz del Centro de Alertas de Tsunami del Pacífico.

El terremoto despertó a la población en las provincias de la región montañosa Tierras Altas del Sur, en la isla de Nueva Irlanda, pero las autoridades del país aún no han podido confirmar si el sismo causó daños adicionales o si provocó nuevas víctimas.

Sin embargo, el temblor de este viernes generó pánico entre los residentes del sur de la isla, quienes aún no se recuperan de un primer terremoto que sacudió al país con una intensidad de 7.5 grados Richter el pasado 25 de febrero, el cual fue seguido por una fuerte réplica de 6.7 grados el pasado miércoles.

Al menos 55 personas perdieron la vida a causa del poderoso sismo de la semana pasada, aunque las autoridades papús temen que el número de víctimas mortales sea superior a los cien, ya que el movimiento telúrico destruyó viviendas y provocó deslizamientos de tierra que arrasaron con varios poblados.

En la fuerte réplica del miércoles pasado, que tuvo una magnitud de 6.7 grados Richter, unas 18 personas murieron y causó daños adicionales en las ya devastadas provincias de Hela y Enga.

El gobernador de Tierra Altas del Sur, William Powi, afirmó que la gente se siente traumatizada por el terremoto y las continuas réplicas, y reconoció que “está más allá de la capacidad del Gobierno provincial el hacer frente a la magnitud de la destrucción”.

El primer ministro de Papúa Nueva Guinea, Peter O’Neill, describió como “inmensa” la magnitud del desastre y afirmó que la recuperación total “llevará años”, pero aseguró que el Gobierno y grupos humanitarios trabajan en conjunto para ayudar a los afectados.

“La entrega de agua potable, alimentos y medicinas, y ofrecer refugios seguros es nuestra prioridad, pero también la restauración de los servicios esenciales, incluida la electricidad y las comunicaciones”, sostuvo O’Neill la víspera al realizar una visita a zonas devastadas para evaluar las necesidades primordiales.

“Trágicamente los terremotos ya se han cobrado decenas de vidas en Papúa Nueva Guinea, pero muchas más personas siguen desaparecidas y otras miles han resultado heridas”, declaró el jefe de Gobierno, citado en reportes del periódico local The National.

La zona sacudida por los tres sismos en los últimos diez días está asentada en el Anillo de Fuego del Pacífico, que es la más activa geológicamente en el mundo, produciéndose en ella más de 90 por ciento de los terremotos y las erupciones volcánicas.

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