abril 18, 2024
Publicidad
marzo 17, 2018 | 3057 vistas

Francisco Ramos Aguirre

Cuenta la leyenda que durante el mes de septiembre de 1660 ocurrió un torrencial aguacero en un paraje localizado en las faldas de la Sierra Madre Oriental. Este fenómeno de la naturaleza, característico de la temporada, originó gran alarma entre los escasos pobladores de las comunidades aledañas. Pero además, el suceso repercutió en un grupo de modestos pastores de ovejas, originarios de Guanajuato, Querétaro, y San Luis Potosí quienes transitaban sin preocupación con sus animales por la escabrosa serranía, siendo su único propósito llegar al Nuevo Reino de León para comercializar el ganado, como se acostumbraba durante la época anterior a la fundación de Nuevo Santander. Esta región del actual territorio tamaulipeco, era tránsito obligado para las ovejas, debido a los abundantes pastizales y veneros de agua. Como dato complementario, al paso del tiempo en estos mismos parajes, los acaudalados españoles Domingo Unzaga, Ibarrola y varios colonos fundaron en 1752 la comunidad de Santo Domingo de Hoyos que integra el actual municipio de Hidalgo, Tamaulipas.

Tomada del libro: Leyendas de Tamaulipas

Comentarios