abril 20, 2024
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abril 4, 2018 | 448 vistas

NUEVA YORK (AP) — En la primavera boreal de 1968, el reverendo Martin Luther King Jr. había conseguido triunfos en la lucha contra la segregación racial y el derecho para votar y había estado planeando su Campaña de los Pobres cuando tornó su atención en Memphis, una ciudad junto al río Mississippi. En su respaldo a la huelga de los trabajadores de salubridad, King quería liderar marchas y mostrar que las protestas no violentas seguían siendo efectivas.

Sin embargo, fue asesinado a tiros el 4 de abril en el Hotel Lorraine.

A continuación, dos despachos de la cobertura ese día de The Associated Press tras el asesinato de Martin Luther King Jr.

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UNA NACIÓN ANONADADA

Por Brian Sullivan

NUEVA YORK, 4 de abril (AP) – Desde el presidente Lyndon Johnson hasta una dama sollozando en Detroit, Estados Unidos reaccionó consternado el jueves al asesinato de Martin Luther King Jr. y algunos rogaron que su muerte no desate la violencia que él deploró.

«Estamos tristes», dijo Johnson al país en un discurso por radio y televisión. «Le pido a cada ciudadano que rechace la violencia ciega que mató al doctor King, quien vivió por la no violencia».

El presidente dijo que iba a posponer su viaje a Hawái, para una conferencia estratégica sobre Vietnam, hasta el viernes. Inicialmente iba a viajar el jueves.

El vicepresidente Hubert H. Humphrey dijo que el asesinato «causa vergüenza en el país. Un apóstol de la no violencia ha sido víctima de la violencia». El vicepresidente, sin embargo, dijo que la muerte de King traerá nueva fuerza a la causa por la que luchó.

La señora Rosa Parks, una de las figuras pioneras en el movimiento moderno por los derechos cívicos, lloró en su casa en Detroit. «No puedo hablar ahora, simplemente no puedo».

«Martin ha muerto», dijo James Farmer, ex director nacional del Congreso para la Igualdad Racial. «Que Dios nos proteja».

«Matamos nuestra consciencia, cortamos nuestra alma. No puedo decir lo que tengo en el corazón _ furia, temor, amor por él y dolor por su familia y la familia del pueblo negro».

Las iglesias abrieron sus puertas y prepararon oficios especiales en homenaje al doctor King. El Consejo Protestante de la Ciudad de Nueva York pidió a todas las iglesias que permanezcan abiertas el viernes y el sábado para que «todos los ciudadanos puedan suplicar a Dios que las ideas de la vida de este hombre no se pierdan».

James Meredith, que fue herido de bala en junio de 1966 durante una marcha por el derecho al voto en Mississippi, dijo: «Ésta es la respuesta de Estados Unidos a la forma pacífica, no violenta, de obtener derechos en este país».

El gobernador de Texas John B. Connally Jr., herido de bala en el atentado al presidente John F. Kennedy, dijo que el doctor King «contribuyó a gran parte del caos y la turbulencia en este país, pero no mereció esa suerte…».

Roy Wilkins, director ejecutivo de la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color (NAACP) dijo que la organización está «conmocionada y apenada por el cobarde asesinato del doctor Martin Luther King. No va a frenar el movimiento de derechos cívicos, en lugar de ello, va a alentar más actividad».

Leontyne Price, soprano de la Metropolitan Opera, que es negra, dijo: «Lo que representó y fue el doctor Martin Luther King no puede ser matado con una bala».

Whitney Young, directora ejecutiva de la National Urban League: «Estamos horriblemente conmocionados por el asesinato del doctor Martin Luther King, uno de los líderes más grandes de nuestro tiempo. Es un reflejo amargo de Estados Unidos. Tememos por nuestro país».

Floyd McKissick, director nacional de CORE, dijo que con la muerte del doctor King, la no violencia «es ahora una filosofía muerta».

«Esto es racismo en su forma más extrema, es un racismo verdaderamente americano», dijo McKissick. «No hacemos pronósticos, pero, recuerda lo que digo, los negros estadounidenses de todo credo amaban al doctor King».

Jackie Robinson, el primer jugador negro en las Grandes Ligas de béisbol y que ahora es asesor sobre asuntos raciales en el estado de Nueva York, dijo: «Estoy anonadado. Dios mío, estoy asustado, muy preocupado, perturbado y muy inquieto. Le pido a Dios que esto no termine en las calles».

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ÚLTIMO DISCURSO DE KING

Por Jay Bowles

MEMPHIS, Tennessee, EE.UU., 4 de abril (AP) – «Realmente no importa lo que suceda ahora. He estado en la cima». El orador era Martin Luther King Jr. Su audiencia era una entusiasta muchedumbre de unos 2.000 partidarios. Era el miércoles por la noche.

Menos de 24 horas más tarde, el mayor apóstol de la no violencia en el país ha muerto, víctima de la bala de un asesino: cuando estaba parado en el umbral de la mayor prueba de las teorías que defendió.

King dijo el miércoles por la noche que tenía conciencia de las amenazas contra su vida, pero que había visto el cumplimiento de sus objetivos de no violencia y no le preocupaba el futuro.

Dijo que su vuelo a Memphis desde Atlanta el martes había sido retrasado por una revisión de equipaje que funcionarios de la aerolínea le dijeron fue motivado por amenazas contra él.

«Y ha habido algunas amenazas aquí», dijo.

«Nos esperan algunos días difíciles, pero realmente no importa ya», dijo King. «Porque he estado en la cima».

Y Andrew Young, vicepresidente ejecutivo de la Southern Christian Leadership Conference, la organización de King, dio que escuchó a éste hacer comentarios similares solamente una vez, en Demopolis, Alabama, durante su marcha de Selma en 1964.

«No sé si fue una premonición o no», dijo Young, parado en la sala de emergencias en a la que fue llevado el Premio Nobel de Paz tras ser baleado.

La prueba suprema para la teoría de no violencia iba a producirse al lunes siguiente, cuando King planeaba liderar una marcha masiva por una ruta en la que hubo un estallido violencia la semana pasada.

Fue la primera vez en la larga historia de actividad de derechos civiles por King que una de sus campañas había estallado en violencia. El estaba claramente perturbado.

Young, declarando en una corte federal seis horas antes del asesinato de King, respondió a una pregunta del juez Bailey Brown sobre el efecto que tendría en King si se producía violencia en su próxima marcha.

«Yo diría que el doctor King lo consideraría un rechazo de su filosofía y de su modo de vida», dijo Young. «No sé si le he visto más desalentado y deprimido».

Pero el desaliento había dejado la voz del doctor King cuando habló el miércoles por la noche. «Debemos actuar con mayor determinación», dijo.

«Debemos actuar en estos días de retos para hacer Estados Unidos lo que debería ser».

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