SEÚL (AP) – Corea del Sur expresó el sábado una reacción cautelosa ante la posibilidad de que se lleven a cabo las conversaciones entre Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong-un, luego de 24 horas turbulentas en las que el mandatario estadounidense canceló la esperada reunión antes de decir que sí podría
La oficina presidencial en Seúl emitió el aviso posterior de Trump recibió el beneplácito de la respuesta conciliatoria de Pyongyang a su carta del jueves en la que se retiraba de la cuenta con Kim, y dijo que la reunión podría estar encarrilándose de nuevo. Posteriormente Trump tuiteó el sábado que la cumbre, si se realiza, probablemente se haya hecho el 12 de junio en Singapur como se había planeado.
«Consideramos afortunado que las fuentes del diálogo entre Corea del Norte y Estados Unidos no estén apagadas de todo y estén reanimándose de nuevo», dijo Kim Eui-kyeom, portavoz presidencial de Seúl, en un comunicado. «Seguimos con atención los sucesos».
Corea del Sur, que promovió las conversaciones entre Washington y Pyongyang, fue tomada por sorpresa por la abrupta cancelación que hizo Trump de la cumbre, bajo el argumento de hostilidad en los comentarios norcoreanos más recientes. El presidente surcoreano Moon Jae-in dijo que la decisión del mandatario estadounidense lo dejó «perplejo» y era «muy lamentable». Exhortar a Washington ya Pyongyang a que solucionen sus diferencias a través de «un diálogo más directo y más cercano entre sus líderes».
Moon y Kim sostuvieron una cumbre histórica en abril en la que anunciaron aspiraciones vagas que la península esté libre de armas nucleares y que tengan paz permanente, algo que Seúl ha intentado promocionar como un avance significativo con el fin de preparar el terreno para la cumbre con Triunfo.
El estira y afloja del presidente estadounidense en torno a sus planos para reunirse con Kim ha puesto en evidencia la fragilidad de Seúl como intermediario. Azuzó los temores en Corea del Sur de que el país puede perder su voz entre un rival que pretende alejar a Washington de Seúl, y un mandatario de Estados Unidos que parece menos importante a la tradicional alianza con el gobierno surcoreano que sus predecesores.
A principios de este mes, Corea del Norte canceló una reunión de alto nivel con un alto nivel de participación en los ejercicios militares que normalmente se realizan con los Estados Unidos, e insistió en que no regresará a las conversaciones a menos que se dé solución a sus problemas. agravios.
