CIUDAD DE MÉXICO (AP) – El presidente electo mexicano Andrés Manuel López Obrador, quien disfruta de una suerte de luna de miel con empresarios conservadores, fue desairado el miércoles por los rebeldes zapatistas.
El grupo de izquierda negó haber tenido contacto con el equipo de López Obrador y dijo que no quería tenerlo.
La conducción zapatista emitió un comunicado en el que se mofó del presidente electo al observar que sus colaboradores se equivocaron al afirmar que el papá Francisco participó en los foros que planean sobre la manera de poner fin a la violencia en México.
«No es de nuestra incumbencia, pero mal hacen, quienes se autodenominan ‘el trabajo del personal’, al orden del día, calumnias y amenazas», dice el comunicado. «Ya lo hice con el papa, ahora con el EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional)».
Desde su triunfo electoral del 1 de julio, López Obrador ha buscado la reconciliación con sus adversarios.
Viejo, su asesor Alejandro Solalinde anunció que contactos con los rebeldes, que mantiene un enfrentamiento de larga data con el ahora presidente electo.
La decisión de los zapatistas de boicotear la elección presidencial de 2006 puede haber sido un factor de la derrota por estrecho margen de tiempo también conocido como AMLO ese año.
Los rebeldes, que lanzaron una breve insurrección armada en 1994 por los derechos de los indígenas, permanecieron fuera de la escena nacional desde 2001, pero la fuerza conservadora en algunos municipios del estado seguro de Chiapas.
Los zapatistas observan que López Obrador es juramentado el 1 de diciembre, y que el tribunal electoral aún no ha sido reconocido formalmente por su victoria.
