Rogelio Rodríguez Mendoza
Cd. Victoria, Tamaulipas.- En Tamaulipas, el 17.2 por ciento de la población de 18 años o más han sufrido discriminación.
Así lo estableció el Instituto Nacional de Estadística e Informática, al dar a conocer los resultados de la Encuesta Nacional sobre Discriminación, (Enadis), 2017.
Son los hombres tamaulipecos más discriminados que las mujeres. El 19.8 de los primeros expreso haber sufrido discriminación contra el 14.7 de las segundas.
Pese a ello, Tamaulipas es uno de los estados con menos discriminación en el país. A nivel nacional, la tasa media de discriminación es del 20.2 por ciento de las personas mayores de 18 años.
Existen seis estados con mayor prevalencia de discriminación en los 12 últimos meses con un porcentaje del 24 por ciento de la población con menos de 18 años. Se trata de Puebla, Guerrero , Oaxaca, Colima, Morelos y Estado de México.
Los principales motivos de discriminación son: la forma de vestir o el arreglo personal, el peso o estatura, las creencias religiosas y la edad.
“Al agrupar las categorías en tono de piel, peso o estatura y forma de vestir o arreglo personal, que forman parte de la “apariencia” de las personas, se observa que más de la mitad de la población a nivel nacional (53.8%) en el rango de edad mencionado, ha percibido discriminación en el último año debido a éstos rasgos” detalló el Inegi.
Las prácticas discriminatorias concretas suelen presentarse en ámbitos institucionales específicos, donde las consecuencias de la discriminación en un ámbito pueden tener efectos acumulativos en otros.
Por ejemplo, la ENADIS 2017 captó la discriminación experimentada en los últimos 12 meses en distintos ámbitos sociales, tales como el trabajo o escuela; la familia; los servicios médicos; las oficinas de gobierno; el negocio, centro comercial o banco; calle o transporte público; y las redes sociales.
El 23.3 por ciento de la población de 18 años o más denunció que en el último año se le negó algún derecho.
El Inegi captó hasta siete tipos de derechos violados con más recurrencia. Estos son: la atención médica o medicamentos; la atención o servicios en alguna oficina de gobierno; la entrada o permanencia en algún negocio, centro comercial o banco; recibir apoyos de programas sociales; y obtener algún crédito de vivienda, préstamo o tarjeta.
