abril 20, 2024
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agosto 6, 2018 | 343 vistas

Rubén Jasso.-

Tranquilo, sin aspavientos ni protagonismos pero si enfocándose en pedir de la mejor manera a sus pupilos lo que quiere de ellos dentro del campo como cualquier padre lo haría con su hijo, Gabriel Vargas se ha distinguido como uno de los entrenadores más ganadores en la historia del balompié infantil y juvenil en nuestra Capital.

Sus éxitos son tantos a lo largo de los años, que hoy en día goza de un prestigio bien ganado a base de mucho trabajo, contando para ello con el incondicional apoyo de futbolistas, padres de familia y cuerpo técnico para impulsar a la cumbre a los equipos León Praderas en el terreno local y nacional.

Observando a detalle lo que pasa dentro del campo y con el apoyo de sus auxiliares, “Gaby” Vargas, como es ampliamente conocido, da las indicaciones a seguir, pensando siempre en obtener el triunfo con sus equipos en Copa UAT, al igual que tantas veces lo hizo en torneos estatales y nacionales con aquel famoso conjunto llamado “Praderas”, que ganaba prácticamente todo.

Con la sencillez que lo caracteriza, una tarde de jueves nos concede una charla al terminar de dirigir un encuentro en la Villa de Tamatán dentro del torneo veraniego de Copa UAT, donde los Esmeraldas marchan con buen paso y esperan sumar un título más para sus vitrinas.

Con humor, relata sus inicios en el balompié infantil hace ya bastantes años.

“Soy de los más veteranos, el ‘abuelito’ de la Copa UAT, yo soy de los iniciadores, cuando comenzó el Torneo Inde Barrios donde éramos solamente seis equipos, estuvimos primero en Inde Barrios, luego en la CNOP con el ingeniero Vogel Silva y ya después en la Copa UAT y desde esa fecha aquí estamos gracias a Dios”, recuerda.

Durante sus inicios en el balompié infantil, el profesor “Gaby” compartió muchas experiencias en la escuelita de Búhos con otro reconocido entrenador como lo es Mario Coronado Hernández, a quien se le atribuye el descubrimiento de varios futbolistas que han llegado al profesionalismo.

En ese entonces, recuerda que él se enfocaba más a la parte directiva, pero fue testigo del paso de Carlos “Gullit” Peña, Alan Pulido y varios jugadores más que recibieron sus primeras enseñanzas de parte de Mario Coronado.

“Como quien dice, él puso su granito de arena, pero es una satisfacción de nosotros porque yo estuve en la escuela cuando ellos estuvieron, te hablo de cuando teníamos otro nombre, en ese entonces éramos Búhos del Grupo Enrique García Guevara”, señala.

Al paso de los años, un equipo con el nombre de “Praderas” empezó a llamar poderosamente la atención en Victoria por contar con muy buenos jugadores que lo mismo se coronaban en Copa UAT que salían a representar a Tamaulipas en competencias nacionales y regresaban a casa con el trofeo de campeón en sus manos, distinguiéndose Gabriel Vargas en la dirección técnica de ese conjunto, aunque con humildad acepta que él llegó poco después de que habían surgido.

“Te voy a ser franco yo entré cuando tenía más o menos como cinco años la escuelita ya formada”, dice, al tiempo que reconoce que posteriormente se cambió el nombre a León Praderas, contando con el respaldo de directivos comprometidos con el futbol infantil, “Se hizo el proyecto con Leonel Rodríguez que ahorita viene siendo León Praderas”, añade.

 

DISCIPLINA Y TRABAJO

Al cuestionarlo sobre la fórmula para convertir a la organización Esmeralda en una entidad ganadora, sin dudar responde que la clave de todos los éxitos siempre ha sido y será el trabajo, la disciplina y la unión de todo un grupo donde entran jugadores, padres y entrenadores, pidiendo algo extra a sus pupilos para que no se desvíen por otros caminos.

“Nosotros les decimos ‘si andas mal en la escuela mejor no vengas a entrenar’ y los presionamos en esa forma y en cuanto al éxito, yo pienso que viene siendo como dicen, que todos juntos hacemos la fuerza”, explica.

Sobre sus más recientes logros con el equipo León Praderas, “Gaby” Vargas menciona que han cumplido objetivos y pondera las cualidades de sus jugadores.

“El equipo León Praderas es filial del equipo de León, Guanajuato y nos ha ido bien, hemos quedado campeones, este grupito ya tiene dos campeonatos y un subcampeonato, uno como menor y los otros en su categoría también, de las categorías grandes también han salido ‘chamaquitos’ que ahorita están en fuerzas básicas, hay unos en León, otros en Pachuca y otros en Monterrey”, destaca.

Las competencias y experiencias han sido tantas a lo largo de los años, que guarda una gran cantidad de anécdotas en su memoria, pero trae a su mente una en especial, porque derrotaron a un conjunto que siempre había sido el “coco” de nuestro estado.

“Fue en un nacional que tuvimos en Nuevo León y Tamaulipas nunca le podía ganar a Nuevo León, siempre nos goleaba y esa vez me acuerdo que ahí estuvo Óscar Mascorro Ábrego, me acuerdo que íbamos abajo y sin embargo remontamos el marcador y en ese nacional quedamos campeones, le ganamos la final a Veracruz, echamos fuera a Nuevo León y esa es la anécdota que tengo de un momento muy bonito”.

Respecto al número de futbolistas con los que cuenta León Praderas en sus distintas categorías, el entrenador apunta que son aproximadamente 250.

En cuanto a su carácter y su manera de dialogar con los niños, el profesor Vargas siempre antepone el trato amable y hace a un lado actitudes que puedan sobajar a sus pupilos.

“El trato es bien importante, uno viene siendo el papá de los pollitos aquí en el campo, en el campo son míos, fuera del campo ya son de sus papás y yo pienso que debe ser uno exigente pero yo he visto compañeros que a veces… no se vale, porque pues uno fue niño y no le puede pedir uno mucho más, si el niño comete un error lo comete inocentemente no es de adrede, entonces yo pienso que en mi forma de ser si soy exigente, que hagan bien las cosas pero si no salen bien las cosas pues adelante, a seguir practicando, a seguir trabajando”, aclara.

En lo que se refiere al semillero de futbolistas con el que cuenta nuestra Ciudad, asegura que es muy bueno, tanto así que equipos como Pachuca, Tigres y otras instituciones ya voltean hacia el norte y no tanto al centro o al sur como sucedía hace varios años.

 

SU TERAPIA

Acerca de los reconocimientos que ha recibido por su trayectoria de muchos años dirigiendo equipos y esa labor ininterrumpida formando futbolistas, Gabriel Vargas agradece esos detalles que lo impulsan a seguir haciendo lo que tanto le gusta, aunque también reconoce que en ocasiones baja un poco su ánimo por cuestiones de su salud.

“A veces es difícil y quieras o no decae uno, mi señora a veces me dice que ya deje esto y sin embargo aquí ando como quiera pues si Dios me dio licencia de vivir otro rato más, pues adelante y la realidad de las cosas es que esto me motiva, a mí el futbol me apasiona, soy el más viejo en Copa Universidad, el ‘abuelito’, pero es bien bonito, para mi es una terapia, a lo mejor si no hiciera esto ya no estuviera aquí”, responde.

Pero afortunadamente, los motivos para seguir adelante son muchos así como las personas que rodean al profesor Gabriel Vargas, quienes son su mejor aliciente para continuar dirigiendo, pensando en todos ellos cada día que se levanta.

“Primeramente (pienso) en Dios y le agradezco bastante que me dio otra oportunidad más porque era grave mi problema (de salud), doy gracias a Dios y a mi esposa y a toda mi familia por el apoyo incondicional que me dan, les agradezco a ellos y a todos los padres de familia que han estado, que me han arropado”, puntualiza.

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