Alfredo Guevara.-
Por razones que hasta ahora se desconocen, la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero no ha entregado un solo crédito en los casi ocho meses que van de este año, confirmó Javier Ibarra Echartea, presidente de la Unión de Ejidos Citricultores Emiliano Zapata, en la zona centro de Tamaulipas.
Comentó que en ese tiempo se han colocado por parte de la organización un promedio de 300 solicitudes de crédito, que si bien están detenidas, posiblemente por falta de disponibilidad presupuestaria, “no pintan” comparativamente con los casi cuatro mil productores que se dedican a la citricultura en esta región.
Ante la incapacidad económica de la Financiera, confirmó que hay interés de los productores por armar una especie de dispersora de crédito citrícola, a efecto de que quienes se dedican a esta actividad en la zona centro de Tamaulipas dispongan de recursos para financiamiento de avío o refaccionario.
“Estamos tratando de armar nuestra propia dispersora de crédito, estamos trabajando en el proceso de constitución, ya platicamos con la Secretaría de Desarrollo Económico, porque hasta ahora es con la financiera la única forma de que la citricultura tenga financiamiento”, aseveró.
Indicó que la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario ofrece montos de hasta 13 mil pesos por hectárea cuando se trata de créditos de avío, es decir, para la adquisición de insumos, fertilizantes, agroquímicos y diésel para la citricultura en la zona centro de la entidad.
Tratándose de un crédito refaccionario, el monto varía hasta unos 240 mil pesos para la compra de un tractor, aspersor u otro tipo de implemento a pagar en un año.
Sin embargo, hasta ahora se desconocen los motivos por los cuales la Financiera no ha otorgado ningún crédito en lo que va del año, presuntamente porque no hay recursos para el impulso de actividades como la citricultura, “aunque estamos requiriendo que se active, porque no hay líneas de financiamiento en todo lo que va de este 2018”.
Ibarra Echartea confió en que se destrabe y, finalmente, antes de que termine el año la Financiera libere recursos crediticios
