abril 24, 2024
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agosto 14, 2018 | 121 vistas

«Querida Fórmula 1. Tú no me esperabas y yo no estaba seguro de querer conocerte. Me diste mucho y yo creo que te lo di todo. Cuando apenas sabía andar ya corría hacia tu ruido, hacia tus circuitos, sin saber nada de ti…»

Un vídeo en Twitter fue su despedida.

Fernando Alonso dijo adiós fuera de un circuito, lejos de la prensa, con las emociones controladas y el discurso preciso, es decir, a su manera. Como siempre, para todo, un piloto único. Al final de esta temporada abandonará el Mundial de la Fórmula 1 después de 17 años en su paddock. Lo hará con dos títulos de campeón (2005 y 2006), 32 victorias, 97 podios, 22 poles… y, por encima de todo, con una conquista única: un país. Antes de su aparición, la Fórmula 1 en España era un deporte para unos cuantos entendidos, sólo para especialistas, y él lo popularizó hasta llegar a medirse, en afición, al mismísimo fútbol. Los 9,3 millones de espectadores de Interlagos 2006 (un 60% de share) y la marea azul -de Renault y de Asturias- que le acompañó durante años en Montmeló forman ahora parte de su legado.

https://twitter.com/i/status/1029421642752114688

El resto son recuerdos. Su victoria en Hungaroring 2003 con sólo 22 años -entonces récord de precocidad-; la defensa en Imola 2005 ante el mismísimo Michael Schumacher; el adelantamiento de vértigo al mismo Schumacher en Suzuka 2005; su primer triunfo con Ferrari en Bahrein 2010; su remontada en Montmeló 2013 con extraordinaria salida; e incluso su séptimo puesto este año en Azerbaiyán sobre un McLaren destrozado.

Muchas celebraciones ofreció al aficionado de la Fórmula 1, tanto al novato como al veterano, y también unos pocos instantes para el olvido. En su clip de despedida, el propio Alonso recordaba dos especialmente graves. «Juntos hemos pasado muy buenos momentos, algunos, realmente malos», comentaba con imágenes de Jules Bianchi, compañero suyo en Ferrari en 2011, fallecido en 2015 y de su propio accidente en Australia 2016, reconocido por él como el peor de su trayecctoria.

«Me has visto crecer, luchar, reír y emocionarme. Hemos jugado juntos contra rivales increíbles. Has jugado conmigo y yo también aprendí a jugar contigo. Te he visto cambiar unas veces para bien y otras, en mi opinión, para mal. Cada vez que cierro la visera del casco siento tu abrazo, no hay nada parecido. Pero hoy tengo otros retos más grandes de los que me puedes ofrecer y este año pilotando a mi mejor nivel es como quiero recordarte», continuaba el vídeo de Alonso y, en esa última frase, un mensaje.

El español contaba con la opción de renovar un año más con McLaren y continuar en el Mundial, pero no lo hará por dos motivos. El primero es la desilusión de los últimos tiempos. Desde que llegó a la escudería británica en 2015, Alonso no ha conseguido subir al podio y de hecho, su mejor resultado es un quinto puesto, que ha alcanzado cuatro veces. El segundo motivo es su más que probable destino: las Indycar Series.

Como ha explicado en varias ocasiones, a sus 37 años, el objetivo en lo que le queda de carrera es la Triple Corona: es decir, ganar en el Gran Premio de Mónaco, en las 24 Horas de Le Mans y en las 500 Millas de Indianápolis. En la primera prueba ya triunfó en 2006 y 2007; en la segunda, este mismo año; y así sólo le queda la tercera. Tal y como reconoció el año pasado, después de su debut en el óvalo de Indiana, para vencer allí se necesita la experiencia que otorgan las Indycar Series, el certamen estadounidense que acompaña a las 500 Millas, y eso es incompatible con la Fórmula 1. El campeonato consta de 17 carreras -aunque el año próximo pueden ser menos- y muchas de ellas coinciden en el calendario con el Gran Circo.

Esta semana, de hecho, ya hubo un indicio de su marcha a Estados Unidos. Antes de irse de vacaciones, en el Gran Premio de Hungría, Alonso advirtió que comunicaría su decisión «en agosto» y hace unos días, junto a un gif con una cuenta atrás, concretó en Twitter la fecha de su anuncio: «14-08», es decir, este martes. El mensaje creó cierta incertidumbre, pero se empezó a entender el lunes cuando la cuenta oficial de las Indycar Series bromeó sobre el mismo: «¿Entonces ya no quedamos para comer el martes?».

El anuncio podría llegar en los próximos días, pero antes tocaba despedirse de la Fórmula 1 de una manera propia.

«Sólo puedo estarte agradecido a ti y a las personas que son tú. Por haberme enseñado tantas culturas, costumbres, idiomas, personas maravillosas. Por haber sido mi vida. Sé que me quieres. Y tú también sabes que te quiero».

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