abril 19, 2024
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septiembre 5, 2018 | 731 vistas

Mauricio Zapata.-

Fotos y video Abel Guzmán Juan José Barrón

Cd. Victoria, Tam.- El problema del desabasto de agua en Ciudad Victoria se debe en gran medida a la falta de mantenimiento del acueducto, así como de lo obsoleta que ya es esa obra para las necesidades de esta localidad.

Según expertos en temas hidráulicos la falta de un mantenimiento adecuado a esa infraestructura ha provocado que los ductos se estén echando a perder y por ende no llegue bien el agua a la capital de Tamaulipas.

Según sus apreciaciones, hay cinco bombas que envían agua de la presa “Vicente Guerrero” a esta localidad, de las cuales sólo tres funcionan al cien por ciento, una cuarta que lo hace al 50 por ciento, y la quinta simplemente ya no funciona.

“Victoria necesita que se surta de mil 700 litros de agua por segundo, sin embargo, en estos momentos sólo es enviada entre 800 y 900 litros por segundo, debido a que las bombas no están funcionando a su capacidad”, explicó.

Dijo que sólo la segunda línea de ese acueducto podría remediar el problema del desabasto de agua para Victoria y mientras no se termine esa obra, la población capitalina seguirá con el problema del desabasto.

UNA PRESA QUE SE ESTÁ SECANDO

Aunado a lo anterior, la presa “Vicente Guerrero”, principal abastecedor de agua para Ciudad Victoria, poco a poco se está secando.

El paisaje es desalentador.

Caminar por este lugar muestra que la sequía está haciendo estragos ya en esta importante fuente.

Al llegar ahí por el lado del municipio de Padilla se ve que la falta de lluvia en la región ya lo resiente una presa creada para prevenir, precisamente, que el agua no falte.

Las viejas e históricas construcciones que algún día conformaron lo que fue una de las capitales de Tamaulipas, se ven claramente… es más, se puede ingresar a ellas caminando.

Esta presa, que al estar llena en su máxima capacidad, tapa por completo estos viejos inmuebles, hoy se pueden apreciar prácticamente desde sus cimientos.

Tanto la escuela como lo que fue la iglesia del antiguo municipio de Padilla, ya en ruinas, están a la vista y cualquiera puede entrar a sus instalaciones sin siquiera mojarse la suela de los zapatos.

Por el otro lado, en donde está la cortina de la presa es lo mismo, se nota que se está quedando sin agua.

 

PERO HA ESTADO PEOR

Según la Comisión Estatal del Agua (CEAT), en su corte del cuatro de septiembre, la presa “Vicente Guerrero” se ubica a un 67.06 por ciento de su capacidad.

Los ríos que la abastecen llevan poco agua y por ende, la presa poco a poco se ha ido secando.

Sus niveles, en lo que va de este año han ido descendiendo de manera paulatina.

En enero, la presa estaba a un 81 por ciento de su capacidad. Durante el mes de febrero bajó hasta el 78 por ciento. Para marzo, el nivel se ubicó en 75 por ciento.

Al mes siguiente, la situación se empeoró y llegó a estar en el 71 por ciento. Mayo y junio, pero sobre todo en julio y agosto se agudizó aún más, hasta llegar al nivel actual.

Pero de acuerdo con los expertos entrevistados, el bajo nivel no es el principal motivo para que la ciudad padezca el desabasto de agua, ya que ha estado en peores momentos y aún así no faltaba el agua.

Según un historial de la propia CEAT, el nivel más bajo que había tenido esta presa fue de 7.4 por ciento durante el 2001, y en esa ocasión no hubo tanto problema como lo hay ahora.

Durante los años noventa, la presa fue bajando sus niveles.

Tras el paso del huracán “Gilberto” en 1988, la presa había estado por encima de su capacidad, sin embargo, la región centro del estado de Tamaulipas tuvo una baja captación de lluvias entre 1991 y el año dos mil.

Lo anterior provocó que la presa llegara a estar por debajo del diez por ciento de su capacidad.

Fue hasta el 2010, cuando los efectos del huracán “Alex”, lo que permitió que la presa “Vicente Guerrero” volviera a estar al cien por ciento de su nivel.

“El problema de la sequía no es el motivo principal del desabasto del agua. El problema es que las tuberías son viejas y por la falta de mantenimiento, el nivel de agua no llega a Ciudad Victoria como debería”, reiteró el entrevistado.

 

LA PEÑITA ESTÁ IGUAL

Los otros mantos acuíferos que surten de agua a la capital de Tamaulipas están más o menos con el mismo problema.

Y es que de acuerdo con las fuentes consultadas, históricamente, las líneas de conducción no han recibido el mantenimiento adecuado y esto ha permitido que la “crisis de agua” se agudice.

 

RECORRIDO POR LA PRESA

El equipo de El Diario de Ciudad Victoria hizo un recorrido por la presa “Vicente Guerrero”, en el cual se constató sus bajos niveles y la falta de mantenimiento de algunos sectores en la misma.

Se visitó por el lado de los municipios de Nuevo Padilla y Jiménez. Se pudo recorrer el área en donde se ubica la compuerta y otros puntos medulares de ella.

Simplemente el panorama es desalentador.

Hay un sol intenso. No hay nubes que den esperanzas a una lluvia y que esto mejore.

No hay humedad. Se respira calor, sequía.

No se ve sombra por ningún lado y hasta los pájaros de la zona evitan el lugar.

Se siente un intenso calor. Según el termómetro eran 41 grados centígrados, sin embargo, la sensación térmica era de al menos 46.

El ruido común del agua no se alcanza a escuchar.

A lo lejos se ven lanchas con algunos pescadores que tienen que internarse a lo más profundo para poder alcanzar a las presas y pueda haber venta o simplemente la comida del día.

La gente que vive en los alrededores no parece preocupada y confirman que ha habido peores temporadas.

“Huy, no. Hace como 15 años estábamos peor”, comenta un hombre.

Señala con su índice hacia el fondo.

“Ve aquella lancha de allá… bueno, hasta allá llegaba el agua aquella vez. Nos íbamos en las camionetas hasta allá”.

El hombre de sombrero y botas de trabajo viejas y raspadas señalaba una pequeña embarcación a unos cuatro kilómetros de distancia.

“Cuando Dios decide que no haya agua, entonces sí vamos a chillar. Ahorita estamos bien, esto no es nada”, añade el campesino que sigue su camino a pie y se va despreocupado.

La presa “Vicente Guerrero” no tiene preocupada a la gente de las zonas aledañas. Al final del día ellos sí tienen agua.

Los augurios pueden ser halagüeños. Los campesinos, dicen, tienes voz de profeta y más lo que ya son viejos.

“Por ahí viene el agua, y se va a volver a llenar la presa, no se preocupen”.

Pero mientras tanto, en la panorámica la presa se ve como se ha ido secando.

 

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