abril 20, 2024
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septiembre 6, 2018 | 579 vistas

CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 06, (Agencias).- El día de mañana llegará a los cines del país la película “La Monja”, la cual enfrenta uno de los retos con los que la mayoría de las cintas de terror se topan: presentar algo novedoso y que de verdad de miedo.

El segundo largometraje del cineasta y escultor inglés Corin Hardy, con guión coescrito por el productor James Wan y Gary Dauberman, y que cuenta con las actuaciones de Demian Bichir y Taissa Farmiga parece ser una de esas cintas que lo lograron.

Y es que “La Monja” logra fusionar dos vertientes del cine de terror muy bien, la ambientación (con locaciones impresionante) y además rinden un homenaje al estilo visual de los años 1960-1970. La atmósfera creada envuelve a los personajes hasta hacerlos vivir una pesadilla.

Por otra parte, el éxito de “El conjuro” y su secuela, seguido por el de Annabelle y, claro, la segunda parte de rigor, es considerado piedra fundacional de esta serie. Su idea es presentar, hasta cierto punto, sin exageraciones, casos reales, documentados, o, al menos, con suficiente verosimilitud.

“La monja” llegó para ampliar dicha serie, cada vez más inquietante, en donde a la cuidada parte formal se suma el acierto de una tensa trama con sustos bien pensados que se suman al escalofriante personaje protagónico. Por lo que los tres elementos claves: el espacio, la dramaturgia y la villana, funcionan.

La sinopsis nos dice que el padre Burke (Demián Bichir) y la novicia Irene (Taissa Farmiga) investigan en 1952 cómo y por qué murió en un convento una de sus integrantes. El mal tiene los rasgos de la monja del título poseída por Valak (demonio considerado Gran Presidente del Infierno), conocido por los seguidores de “El conjuro”.

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