Rogelio Rodríguez Mendoza.-
Cd. Victoria, Tam.- Aunque Tamaulipas produce anualmente cerca de 600 mil toneladas de naranja, el consumo del cítrico en la entidad es mínimo debido a la falta de cultura, afirmó Ricardo Sepúlveda Cantú.
El dirigente de los productores citrícolas del sector social explicó que el 80 por ciento de la cosecha abastece el mercado nacional de fruta fresca, y el restante 20 por ciento se reparte para su venta a jugueras y en la calle.
“Lamentablemente el consumo de naranja por parte de los tamaulipecos es muy bajo. A pesar de las propiedades nutritivas de la fruta, la gente no se interesa por consumirla”, explicó.
Admitió que sí hay un aumento de consumidores, pero todavía se está muy lejos de lo deseable.
Consideró complicado estimar la cantidad de toneladas que se venden directamente en la calle al consumidor, pero reiteró que es un porcentaje mínimo.
“Casi toda la fruta se va a otras entidades o a las jugueras. Los tamaulipecos no están valorando lo que tienen”, indicó.
Dijo que en cambio, hay otros Estados que no son productores del cítrico y su consumo es mayor al de Tamaulipas.
Sepúlveda estimó necesario que las autoridades emprendan una campaña de orientación para invitar a los tamaulipecos a consumir naranja, destacando las características nutritivas de la fruta.
Dijo que lo ideal sería que al menos la mitad de la producción anual de naranja se quedara en Tamaulipas para consumo de su población, pero reconoció que esa expectativa está muy lejos de conseguirse.
Por otra parte, el dirigente de los citricultores reiteró su llamado a las autoridades federales y estatales, a que refuercen a vigilancia en las carreteras para evitar que ingrese al estado material vegetativo contaminado con el “Dragón Amarillo”.
Explicó que la plaga es una amenaza letal y latente para las entidades citrícolas porque no se ha encontrado cura para la misma y por lo tanto una vez que ataca un árbol hay que eliminarlo para evitar que la enfermedad se expanda.
A pesar de que ya existe presencia de la enfermedad en el Estado, todavía no es una situación tan grave como ocurre en otras entidades del país.
