marzo 29, 2024
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octubre 15, 2018 | 328 vistas

Fernando Valero Salinas.-

El olor a pan se percibe de varias cuadras a la distancia.

La gente del rumbo ya sabe a qué hora sale el producto, pero sobre todo, sabe distinguir el olor a buen pan.

Y ahí, puntuales, van todos los días, no sólo porque es buen pan, sino porque además es el más barato, no sólo de la zona, sino quizás, de todo Ciudad Victoria.

Con casi 23 años de trabajar como panadero, Jaime Enrique Pérez Ramírez, mejor conocido como “Don Loncho” como lo llaman sus amigos inició su negocio en el año de 1995.

Todos los días hace pan. Es parte de su rutina que ha hecho que ese pan sea también parte de la rutina de más gente.

“Ya llevamos desde el 95 para acá; son ya casi 23 años, más o menos de panadero, y pues la mayor parte de la gente me conoce como “Don Loncho” y pues así le puse a la panadería”, comenta de manera humilde y casi escondiendo la cara, pues no le gusta el protagonismo.

“El protagonista es el pan, no el panadero”, señala en tono de broma, pero así es su carácter y cada vez es más conocido porque su pan es barato.

 

INICIÓ EN LA CRISIS DEL 95

Jaime Enrique Pérez Ramírez nos comentó que su negocio lo inició en una época difícil, que fue la crisis del año 1995, de las más fuertes en ese tiempo.

“Iniciamos en la crisis del 94, principios del 95. La devaluación del dinero, las grandes devaluaciones que se vinieron en esa época. En ese tiempo nos aplicamos aquí, la panadería la compré con un valor, en ese tiempo eran siete millones y pagué tres millones y medio que eran millones y no era nada, pero sí era dinero y lo demás lo pagué en abonos de puro de pan”, comenta.

Ha visto pasar muchas crisis y ha todo este tiempo ha visto cómo ha aumentado el precio de todos los productos de una manera muy alta, sin embargo, con base en trabajo y en hacer buen pan, “Don Loncho” se ha mantenido en el gusto de la gente.

“Así iniciamos la panadería y la crisis del 95, cuando la tasa de interés se elevó un cien por ciento en ese tiempo, era bien barato todo, en esa época la harina, me acuerdo valía ocho pesos, ahorita la harina vale 420 y entonces han pasado muy pocos años y han aumentado demasiado las cosas de una forma muy exagerada por eso hemos aguantado muchos años con esas carencias de la economía”, dice.

 

PAN A DOS PESOS

Don Loncho nos dijo también que uno de los motivos por los que el pan lo dan barato, a dos pesos la pieza, es porque han visto durante muchos años que los gastos y costos de las panaderías son muy altos y que si venden pan muy caro van a vender poco y no va alcanzar para sobrevivir una semana y para muchas cosas.

“Y que si lo vendes a dos pesos vendes más en volumen y das trabajo hasta cinco personas, y que es difícil aguantar la pieza de pan a dos pesos pero hay que saber hacerlo y tener el valor de hacerlo”, platica mientras amasa y moldea las siguientes piezas.

Hasta el momento Jaime Pérez dijo también que mucha gente va a su negocio, entre ellos buenas y malas personas a comprar el pan y por la situación económica que se está viviendo.

Don Loncho nos reveló que el tipo de pan que más le compra la gente son bisquetes, las roscas y cuernitos de sal, esto debido a la mortandad de personas que ha aumentado por el problema de la diabetes.

 

LE COMPRAN DE TODOS

A lo largo de estos años Don Loncho señala que su negocio han acudido personas importantes a comprar su pan y entre ellos están alimentando corazones del colegio Antonio Repiso que han participado ayudando a la gente en las clínicas y hospitales, de la iglesia San Martín personas del Gobierno Estatal entre otros.

Hasta el momento los clientes lo han tratado bien nos comentó Don Loncho.

En sus inicios el negocio le dio a ganar lo suficiente nos dijo Don Loncho y ha recibido el  reconocimiento de mucha gente.

“De inicio si me ha dado mucho sobre todo el reconocimiento de que la gente me conozca y me saluden cómo Don Loncho eso es lo principal y la salud que es lo principal porque si me ha dado para sobrevivir y como lo dije se siente bonito cuando uno apoya y lo dije anteriormente, estas son épocas de dar, de apoyar a la gente”.

 

VICTORIA HA CAMBIADO… Y HA DEJADO DE COMER PAN

En todos sus años que lleva viviendo en la Capital de Tamaulipas, Don Loncho nos dijo que Ciudad Victoria sí ha cambiado mucho, ya que antes se vendían muchas cantidades de pan y no había tantas empresas grandes como hoy en día y que si el Gobierno ayudara a los panaderos con apoyos sería muy bueno, ya que actualmente hay muchos panaderos con capacidad para trabajar y sobrevivir.

“Y sólo necesitamos un poco de apoyo para lograrlo, ya que la materia prima es muy cara y las pocas panaderías que quedan van a desaparecer ya que están llegando más empresas grandes con una competencia muy fuerte”, dijo.

Y añadió: “La gente ve tantas cosas y todo se cree, y cree que comer pan le hace daño, y que mejor coma gluten o sin gluten, ve tú a saber qué quieren decir con eso, y bueno, creen que por no comer pan son más sanos, pero si todo lo hacen con medida, no pasa nada”.

Hoy en día una panadería ya no es negocio, nos comentó Don Loncho, ya que solo te da a ganar para alimentarte y ya no para poder comprar otras cosas, y que dejó de ser negocio a partir de la crisis del año de 1995, ya que todo aumentó muy drásticamente.

Una anécdota positiva que siempre ha tenido Don Loncho es que cuando la gente ha acudido a su negocio a comprarle pan, es que a la gente de repente le sobra un peso y le dicen deme otra pieza de pan y mañana le traigo el peso y él les dice lléveselo.

“Y eso es gratificante, ya que ayuda a las personas de esa forma y que en otras ocasiones han ido personas con puras monedas de diez y 20 centavos percatándose que es lo único que traen en el bolsillo y se las acepto las monedas ya que hay otras panaderías que no se las aceptan”, señala muy orgulloso.

 

CLIENTES INCOMPRENSIVOS

Y una anécdota negativa que ha tenido Don Loncho esporádicamente con los clientes es que cuando le han hecho ciertos pedidos no los llega a tener a tiempo y los clientes se molestan o porque el pan no reúne algunas características que ellos buscaban esto derivado del alto costo de los insumos que no les permite hacer más milagros con el producto y que ellos como seres humanos también están sujetos a cometer errores y que todos los días se levanta a las cuatro de la mañana para empezar a trabajar y se duerme ya tarde en la noche para poder un poco más de pan.

Finalmente el mensaje positivo que Don Loncho le regala aala gente es todo su agradecimiento a la gente que siempre ha acudido a su negocio a comprarle su pan y el mensaje que le da a los panaderos que han fracasado con su negocio es a qué no se den por vencidos y sigan luchando.

 

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