Ciudad de México -A 50 años de distancia de los Juegos Olímpicos del 68 celebrados en México, también tuvieron sus historias de ‘vergüenza’, como la que contó el exportero de la Selección Mexicana, Javier Vargas, quien dijo que por problemas con los directivos de aquella época se dejaron ganar en el duelo contra Japón, donde se disputaban el bronce.
Pero previo a dicho duelo por el tercer lugar, su enojo ya lo habían manifestado en la semifinal contra Bulgaria que se disputó en el Estadio Jalisco, partido que perdieron por 3-2, pues desde ahí ya no querían salir a jugar el encuentro.
“Los jerarcas, cabezas de grupo determinaron y todos estuvimos de acuerdo en que no seguíamos adelante. No suspendimos el partido porque se tenía que jugar, era un compromiso a nivel nacional, no dependía de nosotros. Nacho Trelles se dio cuenta, nos dijo que él nos apoyaba y estaba de acuerdo en lo que determináramos”.
Y luego en su memoria, no olvida lo que aconteció en el partido por el tercer lugar contra Japón. Un penoso recuerdo para el futbol mexicano.
“Después teníamos que ir a México a jugar contra Japón para jugar por el tercer lugar, todavía había una oportunidad y la gente se debe de acordar, nosotros no quitamos el dedo del renglón, Vicente Pereda tuvo un penalti y él nos dijo que lo había fallado intencionalmente, porque las cosas estaban de esa manera”.
Según palabras de Vargas, los directivos del fútbol mexicano habían prometido premios económicos a los jugadores si derrotaban a España en los Cuartos de Final. México cumplió al derrotar a los ibéricos por 2-0. No obstante, los directivos no cumplieron por lo que los futbolistas aztecas decidieron perder los juegos contra Bulgaria (Semifinales) y por la medalla de bronce (Japón).
Antes de vencer a los ibéricos, habían derrotado a Colombia y Guinea, pero al ver que las promesas de los directivos no se cumplían, fue que planearon la forma de vengarse de los federativos.
