Ruben Jasso.-
Su nombre siempre suena cuando suben al podio las ganadoras de una carrera, y suele aparecer en el escalón más alto, salvo contadas excepciones.
Ampliamente conocida en Victoria y en todo el estado, Mayra Holguín Cruz ha venido cosechando éxitos en el mundo de las carreras, pues su mente siempre está puesta en cruzar la línea de meta… y ser la primera en hacerlo.
De figura inconfundible, generalmente con audífonos al competir y casi siempre portando una playera con la leyenda “Tiburones del Caribe”, la joven atleta asume cada carrera con la misma ilusión con la cual incursionó en esta disciplina desde niña, cuando soñaba con pisar la pista del estadio Marte R. Gómez, hasta que su deseo se concedió para empezar a andar un camino exitoso que le ha permitido ser hoy en día, un referente en el atletismo tamaulipeco.
Presente en la carrera de los futuros ingenieros del Instituto Tecnológico celebrada ayer, y una vez que cruzó la línea de meta en primer lugar en la distancia de los cinco kilómetros, Mayra Holguín nos concedió una charla para relatar sus inicios como corredora, faceta que le ha dejado infinidad de satisfacciones.
“Mi amor por el atletismo empezó alrededor de los diez, once años, mi mamá me llevaba a la pista a correr y yo veía a los atletas adentro de la pista, antes no nos dejaban entrar a la pista, entonces yo corría afuera y le decía a mi mamá que yo quería entrar a correr ahí adentro”, recuerda.
QUERÍA ‘SALTAR’
Finalmente, un día su mamá habló con el profesor José Verdeccia Ochoa, quien vio las cualidades de Mayra, pero no para la modalidad que ella deseaba, más bien para el medio fondo.
“Yo quería salto de longitud y el ‘profe’ me hizo pruebas, pero vio que era muy mala saltando”, dice entre risas, y agrega, “Entonces me dijo ‘tú no eres de salto, tú eres de medio fondo’ y yo así de que ‘no me gusta el medio fondo porque es correr vueltas y vueltas’ como que no me veía haciendo eso”, relata.
Pero no todo estaba perdido, porque cualidades las tenía.
“Me hizo pruebas y me di cuenta que si era buena haciendo eso, empecé corriendo 800 metros, después fui subiendo, mil 200, mil 500, tres mil metros, cinco mil metros en pista y aparte las carreras de ruta por fuera”, dice.
Y de paso agradece las enseñanzas del profesor Verdeccia, quien ha sido su primer y único entrenador en los 15 años que lleva en el mundo de las carreras.
Aunque también recuerda que practicó el voleibol bajo la batuta de la entrenadora cubana Lucila Urguelles, con quien estuvo por espacio de dos años, pero fue el atletismo el deporte que la “atraparía” para siempre.
“He participado en las modalidades de cinco, diez, 21 kilómetros, 15 kilómetros también, después en pista en mis últimos años en competencia para Olimpiadas me especialicé en los tres mil metros con obstáculos”, agrega.
IMPLICA SACRIFICIOS
Para Mayra Holguín, el tiempo que dedica a su faceta de corredora también adquiere una especial importancia, pues de ello dependen los resultados a la hora de la competencia.
“A mis entrenamientos cuando eran de alto rendimiento para Olimpiada le dedicaba de lunes a sábado alrededor de dos horas, dos y media, a veces tres horas, ahorita ya estoy por las mañanas, le dedico dos horas y media o dos de lunes a viernes”, señala.
Igualmente, el tiempo de entrenamiento va de la mano con los sacrificios que un deportista de alto rendimiento debe de hacer.
“Es cierto, la gente que nos ve por afuera dice ‘que padre, siempre ganas’, pero nadie ve a ciencia cierta el sacrificio que esto significa, pues solo el atleta, la familia y el entrenador son quienes lo viven más de cerca”.
Y añade: “En mi caso si he tenido que posponer eventos sociales con mis amigos, (también) fiestas, no es como un lujo que me pueda dar de desvelarme, porque si se siente al día siguiente al momento de correr en una carrera”, apunta.
Sin afán de presunción, la joven atleta cuenta que ya no sabe el número de preseas que ha obtenido en infinidad de competencias en las cuales ha participado tanto a nivel local, estatal y fuera de Tamaulipas.
“A ciencia cierta te estaría echando mentiras si te digo un número exacto, pero fácil yo digo que en mi casa tengo alrededor de unas mil medallas y de trofeos tengo aproximadamente entre 30 y 40 trofeos”.
GRANDES EXPERIENCIAS
En cuanto a sus competencias en el plano nacional, el recuento también es bastante bueno, pues ha sumado medallas pero también mucha experiencia.
“A nivel de Olimpiada me ha tocado representar a Tamaulipas en otros estados, regionalmente en Nuevo León, en San Luis, en Coahuila… a nivel más nacional he ido a Tijuana, Mérida, Guadalajara, Veracruz y ya en carreras pedestres en Monterrey, un Medio Maratón en Saltillo y la semana pasada participé en el Maratón TAM en cinco kilómetros y saqué ahí el segundo lugar”.
Con orgullo, relata que una parte muy importante para subir al podio, son las voces de aliento de quienes están en el camino, algo que se da mucho en esta disciplina.
“El compañerismo en el atletismo es algo muy bonito, creo que en el atletismo es cuando se nota más, de repente cuando vamos en la ruta o que vamos ya de regreso siempre se escucha el ‘Vamos Mayra’, o el ‘Sí se puede’ o ‘Ya merito llegas’, eso es algo muy padre”.
Sin embargo, no ha estado exenta de los matices que ofrece todo deporte, pues en alguna ocasión ha sufrido de algún tirón o malestar que le han impedido terminar una competencia, pero afortunadamente, los momentos buenos son los que más la han acompañado a lo largo de su trayectoria.
“Creo que los momentos más especiales es cuando te subes al podio y que mencionen como primer lugar a Tamaulipas, es una experiencia muy enriquecedora y ahí es cuando te das cuenta que todos los sacrificios valen la pena”, indica.
Por último, aconseja a niños y jóvenes que practiquen el deporte que más les agrade, pues lo realmente importante es desempeñar alguna actividad física que a su vez les permita encarrilarse en el orden y la disciplina.
La plática concluía porque se acercaba el momento de volver subir al podio… y de volver a escuchar el nombre de Mayra Holguín Cruz como ganadora del primer lugar en la distancia de los cinco kilómetros, en esta ocasión en la carrera del Instituto Tecnológico, agregando una medalla más a su enorme colección de reconocimientos.
