Cuando el artista del tatuaje Chris Wenzel, de 41 años, supo que iba a morir, le preguntó a su esposa Cheryl si su piel adornada con tinta se podía quitar y preservar antes de que lo enterraran.
Quería que sus hijos y nietos pudieran admirar la obra de arte durante años después de su partida.
Cheryl, de Saskatoon, Canadá, dijo a The Globe and Mail: «Pensé, eso es diferente, pero sí, está bien. No me importa lo que haga falta, haré esto por él».
«Puedes colgar una foto en una pared. Un tatuaje es algo que se ha hecho durante cientos de años. Es solo preservarlo».
Según CTV Saskatoon, le habían diagnosticado colitis ulcerosa, una enfermedad que causa un latido cardíaco rápido o irregular. Murió mientras dormía en octubre después de quejarse de dolores en el pecho.
Su devota esposa descubrió un negocio familiar en los Estados Unidos que se especializa en preservar los tatuajes de los muertos.
Kyle Sherwood, quien dirige la empresa con su padre, le dijo a CTV Saskatoon: “Los tatuajes, ya sabes, cuentan una historia sobre una persona.
«Y para alguien que se tatúe algo que están mostrando de por vida, ya sabes, significa algo para ellos. No quemarías ni enterrarías un Picasso y eso es lo que son algunas de estas piezas «.
Save My Ink Forever dedicará alrededor de tres meses a trabajar el cuerpo de Chris, que implica un proceso quirúrgico y complicado. Según Kyle, esta es la preservación de tatuajes más grande que se haya hecho en América del Norte.
Chris fue dueño y tatuado en Electric Underground Tattoo e hizo su primer tatuaje cuando tenía solo siete años después de que su tía lo soltara sobre su piel.
Fue respetado por su arte en toda la ciudad, su compañero artista Marc Whishart le dijo a CTV Saskatoon: «Si conoces a alguien en la ciudad con un tatuaje, probablemente sea uno de los suyos».
Cheryl, quien ha sido tatuada por Chris, dijo que también conservaría la suya y la colgaría allí junto a su esposo.
Con información de: planoinformativo.com
