abril 19, 2024
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enero 19, 2019 | 287 vistas

Un niño de ocho años llamado Carter Blanchard, recuperó la autoestima, confianza y sonrisa, luego de conocer a uno de esos amigos fieles, mismo que contaba con misma enfermedad y tenía cuatro patas.

Hace dos años, a Carter le comenzó a desarrollar una mancha en el rostro que crecía con el paso de los días, por lo que su madre lo llevó a un centro médico, en donde un doctor le diagnosticó algo que cambio la vida del pequeño, vitiligio.

El vitiligio es una enfermedad incurable degenerativa en la piel, la cual hace que se pierda la pigmentación y aparezcan manchas blanquecinas, ante ello, Carter perdió la confianza y autoestima en sí mismo y cayó en una depresión, pues se sentía diferente a los demás.

Desesperada, Stephanie Adcock, madre del niño, decidió buscar ayuda, pues se dio cuenta de que si no actuaba de forma inmediata, todo podía complicarse hasta un punto insospechado.

Stephanie buscó en internet y se encontró con Rowdy, un perrito labrador diagnosticado con vitiligio, mismo que le regresó las esperanzas, sin embargo, había un problema, ella vivía en Arkansas y el perro en Oregon, y no contaba con los recursos para su traslado.

La mujer se puso en contacto con la dueña de Rowdy, Niki Umbenhower, a quien le contó lo sucedido y le preguntó si podía llevar a su hijo a conocer el perro, la mujer con todo gusto aceptó, pero Sthepanie no le dijo que no tenía dinero para viajar.

Para logra su objetivo, Sthepanie pidió un préstamo, y un alma buena que se enteró de la situación le donó los cinco mil dólares que costaba el viaje y madre e hijo viajaron a Oregon.

Cuando Carter vio al perro todo cambió, su tristeza comenzó a desaparecer, regresó a la escuela con más ánimo y más contento, por lo que la mamá de Carter y la dueña de Rowdy están buscando la forma para que el niño y el perro se miren con más frecuencia.

Con Información de: El Debate

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