Escoger un caimán como mascota no es algo que la mayoría haría, pero Joie Henney tiene un reptil de 1,3 metros llamado Wally y asegura que es como un perro. Y los dos viven en las inmediaciones de Strinestown, Pensilvania.
Wally está registrado como mascota de apoyo emocional visita frecuentemente las escuelas y centros para personas mayores.
Henney narra que a Wally le gusta ocultarse en los armarios, derribar botes de basura y ver la televisión. También está convencido de que su mascota tiene poderes calmantes y hasta curativos.
A Wally le gusta que le acaricien la parte superior de la cabeza, y que cuando se lo hacen cierra los ojos como si fuese un perro.
Con información de: actualidad.rt.com